La falta de gol, especialmente lejos de San Mamés, está siendo uno de los hándicaps del Athletic Club esta temporada. El propio técnico admitió tras la derrota en Vigo, como ya lo había hecho en otras ocasiones en lo que va de LaLiga Santander, que "somos un equipo al que le va a costar hacer goles". Y lo cierto es que los fríos datos dan la razón al de Derio.
En lo que va de campaña, el equipo rojiblanco solo ha conseguido marcar dos tantos como visitante. Ambos en botas de Raúl García, el primero en Getafe y el otro en Butarque de penalti. Este registro es el más bajo de lo que va de siglo a estas alturas del campeonato solo superior al de la temporada 2014-2015. En aquel curso, el último de la segunda etapa de Ernesto Valverde, el Athletic únicamente logró un gol en sus cuatro primeras salidas.
Este sequía no es sino una continuación del pobrísimo bagaje con el que se echó el cierre a la campaña anterior, en la que el Athletic solo logró marcar un gol, el que regaló el jugador del Leganés En-Nesyri, en las últimas cinco salidas. La suma de ambas series arroja un triste balance de tres goles en nueve partidos, un total de 810 minutos.
Estas cifras contrastan con las de los primeros encuentros fuera de San Mamés en el inicio de la etapa de Garitano. Con el equipo con la soga al cuello, los rojiblancos marcaron siete goles en sus ocho primeros desplazamientos con el derioztarra que le sirvieron para lograr tres victorias y rascar dos empates de oro que encarrilaron la permanencia.