El fútbol profesional comprende muchos tipos de futbolistas, desde los que se creen seres superiores hasta los que son gente humilde que mantiene los pies en el suelo. Ander Capa pertenece a este último grupo, un chico al que su trabajo le ha permitido volver a su casa, el Athletic Club.
El portugalujo dividió los inicios de su carrera entre el Danok Bat y el Athletic. Cuando era infantil le comunicaron que debía abandonar Lezama, recalando en Mallona. Allí es donde empezó a demostrar que era un jugador diferente, con una potencia y una zancada que marcaban la diferencia en los partidos. Pero no destacaba solo dentro del campo, puesto que fuera demostraba ser una persona excelente. “Es espléndido, el perfil que todo el mundo quisiera tener, un compañero excelente. Sólo genera cosas buenas, no se mete con nadie. Es algo introvertido, pero educado y serio. Fuera del campo pasa inadvertido, eso es bueno" dijo su entrenador en el Danok, Toño Vadillo, en una entrevista en Mundo Deportivo.
Cuando aún era juvenil le llegó la oportunidad que le cambiaría la vida. El Eibar le firmó para su filial y allí fue donde su carrera comenzó a despegar. En el club armero vivió dos ascenso y un "descenso falso" (así se refiere Capa al descenso del Eibar en 2015, salvado por los problemas económicos del Elche). En aquel entonces era un extremo que destacaba por su velocidad y su potencia. José Luis Mendilibar se fijó en esas características y pensó que reunía las condiciones idóneas para ser un excelente lateral. Así fue como Ander Capa empezó a actuar como lateral diestro a las órdenes del entrenador de Zaldibar sin bajar un ápice su nivel.
Se convirtió en una pieza capital dentro del Eibar, llegando a los 200 partidos con la elástica armera. Destacó tanto que el FC Barcelona pidió su cesión en 2017 cuando Aleix Vidal se lesionó de gravedad. La oferta llegó a Capa, pero desde el club se negaron a dejarle salir. Quién sabe que habría ocurrido con su carrera de haber recalado en la escuadra culé. En Ipurua coincidió con el que ahora es su entrenador en el Athletic, Gaizka Garitano, y con Dani García y Yuri Berchiche, con los que también comparte vestuario a día de hoy.
Capa siempre tuvo en la cabeza la idea de jugar en el Athletic. Incluso llegó a rechazar una oferta muy importante en el aspecto económico para poder cumplir su deseo de jugar en San Mamés como local. El 1 de septiembre de 2017 se anunció su fichaje por el equipo bilbaíno. Aún así, decidió que quería acabar bien con el Eibar y se quedó allí una temporada más. Además, se sentía tan agradecido con el club que le había hecho crecer que renovó antes de cerrar su salida para que los armeros recibieran tres millones de euros por la operación.
Esa acción dice mucho de como es Ander Capa fuera del terreno de juego. A pesar de ser un futbolista afianzado en la élite mantiene sus amigos de siempre, quedando con ellos para jugar a videojuegos como otra persona cualquiera. Por otro lado, no resulta extraño verle colaborando en causas solidarias junto a otros compañeros de profesión.
Ahora vive su mejor momento. Ante el Levante firmó su mejor actuación como león y se estreno como goleador con una espectacular diana desde fuera del área. Así es Ander Capa, un chico normal al que su trabajo incansable le permitió disfrutar de su pasión en su casa.
¡¡¡¡¡ AUPA ANDER !!!!