Hacía un mes largo (36 días) que no veíamos al Athletic Club de Gaizka Garitano jugar en San Mamés. Pues no fue un buen reencuentro en lo numérico, sí en sensaciones. Después de cuatro salidas consecutivas, entre LaLiga Santander y la Copa, los leones han arrancado la segunda vuelta con un empate frente al Celta de Vigo (1-1) con goles de Raúl García de penalti y de Rafinha. Ya van cuatro tablas en fila, 4 puntos de 15, pero hoy hubo 22 disparos, trece saques de esquina rematados en su mayoría...
Una 20ª jornada en la que a los de arriba, quitando los dos colosos, les ha dado por palmar (Atlético de Madrid, Sevilla FC, Valencia CF, Real Sociedad)... Ganar hoy convertía en maravillosas las tablas del Bernabéu y el Sánchez Pizjuán, pero no se atinó con la portería. El equipo se dio una paliza, hizo ocasiones, sacó 13 córners, pero sólo marcó desde los once metros. Debe ser un mal histórico.
Semana recargada para los leones, que el miércoles tienen cita en el torneo del KO ante el Elche, y que el sábado rematan el Tour con la visita al RCD Espanyol en terreno catalán. Partido, el de Catalunya, que se pierde Unai López por sanción. Habrá cierta rotación seguro.
Garitano no pudo contar con Unai Simón por culpa de las paperas que le dejaron fuera ante el Sestao River. La buena noticia para el derioztarra es que recuperó a su "jugador diferente", a un Iker Muniain que llevaba sin jugar en liga desde noviembre. El derioztarra tiró de un once reconocible sin esos tres centrales reservados a los duelos "contra equipos superiores". Si había tres 'jugones': Iker, Unai e Ibai una vez cerrado el capítulo de los 'periquitos'.
Para darle realce de gran cita hasta el Club se estiraba con un buen juego de luces que acompañaba a la txalaparta. Sólo faltó que el centro de Ibai nada más empezar la enchufase un Iñigo Martínez siempre peleado con el gol. ¡Habrá que hacer un conjuro! Lo cierto es que los leones salieron a morder. Una gran jugada de Yuri pudo abrir el marcador si el remate de Raúl coge puerta.
La puesta en escena fue trepidante. Normal el cabreo de Óscar García Junyent, no le cayeron a su equipo 2 o 3 de milagro en apenas 10 minutos.
Llovían las ocasiones de un Athletic que generaba por las bandas como en los tiempos de Argote. Pero el Celta algo tenía que decir, así que Rafinha, Beltrán y Aspas soltaron amarras con un par de llegadas peligrosas dando Iago Herrerín una muy buena medida. De hecho cayeron varias amarillas (Capa, Unai, Yuri) que eran mal aviso en tareas defensivas, si bien ni un 'pero' se podía poner al esfuerzo.
El gol había rondado ambas porterías pero nadie definía. Faltaba un punto de precisión sea en el remate sea en el último pase... o que los porteros estaban bien. La parada de Rubén Blanco a Iker Muniain fue de tirarse de los pelos. Era más que medio gol, de hecho el portero se quedó lesionado del escorzo que hizo. Pero es justo reconocer que Santi Mina falló una casi más clara, esta vez no había ni portero. Por tanto si igual no fue justo ir a cero, sí lo era la igualada en el marcador al descanso.
El único que estuvo por debajo de la nota exigible fue el colegiado Medié Jiménez, pero en fin, eso tampoco era sorpresa. Ya en Balaídos no estuvo nada fino en sus decisiones.
Era esperado que el Athletic siguiera percutiendo a la vuelta, con una suma de córners que invariablemente no acaban en gol, aunque al menos en el octavo Rubén tuvo que hacer una buena parada abajo a Yuri. Jugada seguida de otra ocasión flagrante de Williams que también terminaba en saque de esquina. Ya iban diez. ¿Por qué te lo pensaste tanto, Iñaki? Dos claras para los vascos que no modificaron el 0-0... y pasa lo que pasa. En el 56' Aspas se la puso a Rafinha, que la coló desde la frontal con un zurdazo de lujo que encima rozaba en Yeray antes de entrar.
El partido se había puesto cuesta arriba tras generar muchísimas ocasiones. Un devenir que hizo llegar los nervios, al campo y a la grada. Los rojiblancos lo intentaban sin fortuna, así que el enrachado Villalibre fue recibido con una fuerte ovación. Se buscaba pólvora para que las llegadas generadas, ya que el Celta no es que sea muy sólido, tuvieran algún tipo de repercusión. Como el penalti que Muniain supo sacar tras una sucesión de recortes.
Era el minuto 75' cuando Rulo se dirigió a lanzarlo, lo hizo de cine el de Zizur, que establecía el empate tras engañar a Rubén Blanco. Con el 1-1 las bufandas ondearon en San Mamés. Tocaba ir a por la remontada.
Iñigo Lekue, segunda permuta, entraba por un Williams desnortado en las últimas semanas, sin la importancia que se le supone al jugador franquicia del equipo. Se espera mucho más de Olentzero. De hecho ya sólo un regalo podía cambiar el resultado. El reloj volaba y los celestes perdían tiempo descaradamente. En su situación un empate en La Catedral es una bicoca. Se lo han llevado en una noche fría, en la que Villalibre tuvo la penúltima, muy clara además, antes de una bonita tijereta de Raúl García. Tampoco esas entraron.
Toca pensar ya en la Copa. El miércoles a las 19:00 horas tendremos a los leones en el Martínez Valero de Elche.
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Nos falta gol. Y no me acuerdo desde cuando no hacemos un gol de corner. Como cambian los tiempos... 🤔