No nos vamos a engañar, el del Getafe CF era un partido incómodo. Incómodo por el rival, por el cansancio acumulado y por la cercanía de esa final ante el Barça en San Mamés. La copa tiene una gran incidencia en el momento que vive el Athletic Club. Un Athletic basado en el generoso esfuerzo físico y apuntalado con algunos chispazos de calidad, que no al revés. Muchos equipos que tienen plantillas largas, pero no profundas, suelen pagar el hecho de jugar en competición europea.
En el caso de los de Garitano da la sensación de que la celeridad de la propia Copa ya sirve para aflorar las carencias de la plantilla. A este trajín de dos partidos por semana se le liman sus fuerzas. Algo que tampoco debe sorprender a nadie, ya que es algo de lo que se viene hablando desde años atrás. El Athletic continúa con su proceso de transición esperando que algunos jóvenes exploten, que otros asuman definitivamente los galones y exprimiendo hasta la última gota a sus meritorios veteranos.
A ver si va a resultar porque ahora lleve siete jornadas de LaLiga Santander sin ganar en mitad de cuatro rondas de copa descubrimos que el equipo saca poco juego, que tiene poco gol o que vive del destajismo y de la solidez defensiva. En cuanto los mejores pierden frescura física el equipo se resiente. Normal.
Éste y todos, pero éste tal vez un poquito más. Aunque si miran de reojo verán que todos andan bastante atascados. Incluida esa Real Sociedad de Odegaard y la bóveda celestial que ha palmado tres de sus últimos cinco partidos de liga o ganado dos de siete.
Es lícito pensar que Garitano debió refrescar un poco más su once ante los azulones. Pero de todas formas cabe pedir que los juicios no sean tan derrotistas. Leo muchos palos. La temporada es buena y sigue plenamente abierta en los dos frentes.
Además con el Getafe, el euroGetafe, se da un caso similar al que ocurría con el Atlético de Madrid del 'Cholo' Simeone hace varias temporadas. Que por su forma de jugar te hace parecer peor, te hace parecer impotente. Sin plan. Sin recursos. Te desquicia. Eso es un mérito de ellos. Este partido ya lo habíamos visto.
Y el que todos queremos ver es el del jueves ante el FC Barcelona en San Mamés. Ese sí que es el punto de inflexión de la campaña. Tuvimos que jugar una final de copa en el Camp Nou en 2015, ahora que la jueguen ellos en Bilbao.