Era una de esas noches que ama Bilbao. Los torneos del KO forman parte del ADN de la Villa. El corazón rojiblanco palpita en San Mamés donde este jueves se citaban, a vida o muerte, el Athletic Club y el FC Barcelona. El nuevo formato de copa a partido único fue la espoleta para alborotar la ciudad que recibía a un coloso convertido en polvorín. Pero el Barça es el Barça. La dificultad del reto era proporcional a las ganas de intentarlo.
El sueño copero en los cuartos de final de la Copa del Rey empezó con el fuego de las bengalas de 'Piratak' y los ojos abiertos por la goleada de la Real Sociedad en el Bernabéu. Los leones, con una oportunidad histórica de resolver en casa, ante 49.154 espectadores, salieron algo encogidos, pero resolvieron sobre la bocina con un gol de Iñaki Williams.
El Athletic estará este viernes en el bombo. La semifinal a doble partido espera. Y cómo no se va a soñar con la final estando ahí Granada, Real y Mirandés. Es el año de sacar la gabarra.
Los tres cambios funcionaron bien, Dani García hizo una epopeya, pero Unai Simón fue el héroe con dos paradas de tono milagroso
Gaizka Garitano no pudo contar con Iago Herrerín, su portero titular en la Copa, por sanción. Unai Simón volvió a la portería de un once que se apuntaló con el sistema de tres centrales. Sí, en casa. El derioztarra metió cemento con sus tres paladines acompañados de Dani García y Vesga. Y el ambiente empujaba a un partido muy físico. Los dos empezaron con una fuerte presión, pero se esperaba más motor de los vascos. De hecho una pérdida de Muniain en medio campo cortó alguna bocanada al doblegar Messi a media defensa él solo.
No se podía relajar uno con el 'Pulga', cero, Unai Núñez tuvo que salvar el 0-1 bajo palos a los 7 minutos. El Athletic lejos de 'rilarse' apretó los dientes y anotaba de seguido en un córner por medio de Williams, pero el fuera de juego era claro. Al menos era señal de ambición ante el poderío de Messi, que siempre llevaba intenciones aviesas, como con el balón que le robaron a un inocente Vesga. A este nivel siestas no, chaval. Al Barça se le notaba cómodo y a algunos rojiblancos como un flan en la frontal del área.
San Mamés, monstruoso, salió en apoyo del equipo de Garitano con ánimos constantes porque perseguían la pelota tras los fantasmas amarillos. Toca que te toca, a la espera de encontrar al genio de Rosario. El resto la verdad es que tampoco andaban muy iluminados, tirando a flojetes. A partir del 25' el Athletic dio un paso adelante jugando con más colmillo. Más duro, más suelto, Dani García tuvo una buena ocasión tras un regalo de Ter Stegen, y el equipo empezó a merodear el área del alemán.
El partido ya tenía otro color, bueno, si es que por una vez las cuatro primeras tarjetas de Martínez Munuera fueron para el Barcelona, Quique Setién incluido. El cántabro en estos shows nunca falla, es un liante, pero tiene la suerte de contar con Messi, que forzó una de sus faltas al borde del descanso. La respiración se congeló y se cantó como un gol que diera en la barrera. Uff... Con 0-0 y sensación de equilibrio hubo que enfilar los vestuarios.
La eliminatoria estaba totalmente abierta. Ambos contendientes cogieron aire. Durante un rato el fútbol se evaporó mientras ambas escuadras se enredaban con el colegiado que sin embargo dio una lección. La amarilla a De Jong por piscinazo hay que ponerla en los colegios. No sólo de árbitros. Chapeau. El teatro al Arriaga o al Euskalduna, que el tulipán en el 64' volvió a tirarse en el área. Qué querencia.
Era la hora de meter oxígeno porque el Barça se creció. San José ocupó la plaza de Vesga en un momento de agobio, ya que las combinaciones culés ahora, con Griezmann y Arthur, sí llevaron peligro. Unai Simón tuvo que hacerle un paradón al galo con una pierna que fue milagrosa. Habrá que conservarla como una reliquia bendecida. Y en la Superbowl que editen el agarrón de Piqué a Williams, Se lo llevó colgado tres metros como un Birkiki a lo Jonah Lomu. El hombre del tenis quedó tan barrido que tuvo que pedir el cambio.
La paliza que se llevaba encima pedía relevos a gritos. Rulo y Muniain parecían deslomados. Garitano metió al ídolo Aduriz, que salió cual toro, por el txantreano para reactivar al equipo y a la grada. El '20' estaba en todas, ganando balones por arriba, rascando tarjetas, dando un buen pase a Williams, un crack de 39 años que quería su porción de gloria. Como la que llevó Unai Simón al salvar otro gol en un 1x1 con Messi otra vez con el pie. Ya iban dos, uno con cada pierna.
Y como la prórroga se acercaba se activó a Ibai para poner balones por un gladiador Raúl García. Que el equipo hubiera llegado vivo hasta la prolongación tenía que servir para algo. Y ver entrar el balón de Willy centrado por Ibai en el 93' fue un orgasmo, Tal cual. Un orgasmo.
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Gracias MAKINAS SIMÓN WILLY HOY TOP gracias a todos se k somos una afición exigente y urge hacer la grada norte mas grande a habido momentos que eso se echa en falta... GOAZEN ATHLETIC 🔥🔥🔥