Más que hablar de mi primera vez en San Mamés, me gustaría diferenciar dos etapas distintas, con un enorme sentimiento rojiblanco pero vivido de distinta manera.
Siempre he sido del Athletic Club y lo he seguido, pero acudir al campo es distinto. La primera etapa comenzó sobre los 14 años, alrededor de 1989. Jugando en el San Pedro íbamos a San Mamés después de nuestros partidos. Recuerdo uno en especial, en 1991, contra el todopoderoso FC Barcelona con 0-6 final. Mucho frío. Acabábamos de jugar con el San Pedro, de jugar en un campo lleno de barro, lloviendo y con mucho frío.
El aita de Ibon ('Pistolas', un directivo del San Pedro ya fallecido que siempre recordaré con mucho cariño) nos dio una moneda de 500 pesetas y nos indicó que era para tomarnos dos copas de coñac y entrar al campo con calor, espíritu y poder animar al Athletic en un partido muy difícil. Aquel día lo de menos fue el resultado.
La otra etapa comenzó cuando empezó a fraguarse la peña. Varios amigos de la cuadrilla, de los que llevamos juntos desde los 10 años, nos hicimos socios de San Mamés Barria. En las navidades de 2014 hicimos una comida de la cuadrilla. Luego íbamos al Athletic-Atlético en San Mamés.
Se me ocurrió llevar a la comida la careta de un león y nos echamos unas risas. A uno se le ocurrió retarme a que no tenia huevos a llevarla puesta al partido. Se equivocaba. Todos nos pedían fotos y en vez de decir los famosos "dientes, dientes" de la Pantoja mostrábamos nuestras manos y gritábamos "garras, garras". Así que bauticé al león con el nombre de "Garras".
Poco a poco, con el paso de los partidos, se nos fueron uniendo compañeros del trabajo, del fútbol, del barrio y familiares. Disfrutábamos del Athletic de una forma diferente. Los niños, otros seguidores del Athletic y del equipo contrario nos pedían fotos y decidimos crear la peña.
Desde el 98 tenia relación con muchas peñas ya que colecciono pins de peñas del Athletic (tendré sobre 2.400) y sabía qué hacer y que no hacer. Así que en muy poquito tiempo fundamos la peña y desde eso hace ya tres años y medio. La peña me ha permitido conocer a muchos seguidores del Athletic del País Vasco y de fuera, entre los que tengo grandes amigos. Mi sentimiento Athletic era grande, pero ahora es mas enriquecedor. Lo comparto con mi familia, mis amigos de toda la vida, toda la gente que he conocido estos años y con todos los soci@s de Garras Taldea.
Formamos una pequeña familia rojiblanca dentro de la gran familia del Athletic porque eso es el Athletic: un sentimiento, familia y amistad. No es solo ver el partido. Es también el antes y el después, los días previos y los siguientes. Compartirlo todos juntos.
Caminando solo irás mas rápido; caminando acompañado, llegarás más lejos. La peña es una de las mejores cosas que me han pasado en esta vida, aunque también hemos pasado malos momentos. Por la perdida de soci@s que comenzaron con este sueño. Como Arantza, la que más me insistió en crear la peña, e Iñaki, fallecido hace pocos días. Su recuerdo nos impulsa aun con más garra. El Athletic y su sentimiento nos ha permitido crear una familia muy especial.
Una 'manita' del Bilbao Athletic
Jupp Heynckes & Julen Guerrero
Una 'Catedralada' rumbo a la UEFA
Cantamos 'Geuria da ta Geuria da…'
50 años viviendo en rojiblanco
Del 'dientes, dientes' al 'garras, garras'
Taquicardias con el 'Txopo' Iribar
Es increíble, yo puedo decir que gracias a garras he conocido muchísima gente especial. Sobre todo a garras y su familia que ahora son parte importante de mi vida. Aunque nos veamos poco. Un abrzao