Iñaki Williams ha ido cogiendo galones en LaLiga Santander. No es casualidad que fuera escogido el domingo para el programa de #Vamos como representante del Athletic Club. Hablamos de una persona que tenido que vivir momentos muy duros y pelear más de lo normal para convertirse en lo que es a día de hoy: una de las estrellas del conjunto bilbaíno. Y lo cierto es que por su carácter en la vuelta a Lezama está dejando transmitir las ganas que tiene de acabar la temporada, si es que se reanuda, con un buen rendimiento.
Quedan por delante once jornadas de LaLiga y veremos si la final de Copa... Acumula 59 goles en sus 238 partidos como león, y pese a que el primer día de la vuelta a Lezama dijo que "el balón parecía cuadrado en vez de redondo", está poniendo todo de su parte para afinar la forma como se ve en este vídeo subido a su cuenta de Instagram.
En lo que va de campaña ha anotado seis dianas en el torneo de la regularidad y otras cuatro en la Copa. Seguro que va a querer completar un gran sprint final, que pueda impulsar al Athletic a la Europa League más allá de cuando se dispute la final contra la Real Sociedad.
Los problemas laborales obligaron a la familia Williams a mudarse a Navarra. Decidieron trasladarse al barrio de la Rotxapea, lugar en el que se crió mientras su madre trabajaba en la limpieza y su padre en unos almacenes de Londres. Comenzó a jugar al fútbol y a llamar la atención por sus cualidades jugando en el Club Natación, convenido de Osasuna. Un rápido movimiento le llevó a una entidad afiliada al Athletic, al Pamplona. Desde Lezama no llegaban a confiar del todo en él hasta que siendo juvenil en 2012 realizó las pruebas para entrar en las inferiores del club bilbaíno y hasta el ultimo día no se decidió su futuro.
Desde pequeño ha tenido claro su amor por el Athletic, como demuestran las fotografías en las que se le ve luciendo la elástica rojiblanca. Su sueño era triunfar en el club de sus amores, pero por encima estaba el de sacar adelante a su familia. A los 12 años vivió lo que supone llegar a casa y no tener ni comida ni agua. Eso le dio la determinación para esforzarse al máximo para brindar a sus padres una vida mejor, puesto que ellos se sacrificaron para que pudiera comer todos los días.
También sueña con compartir vestuario con su hermano y que San Mamés vea galopar a Iñaki y Nico Williams por el césped. "Dos hermanos de raza negra en el Athletic". Aunque los dos apuntan alto, siempre tendrán a su madre para controlar que mantienen los pies en el suelo. "Yo he tenido la suerte de tener a mi madre, sobre todo, que, hablando mal, me da una hostia y me espabila" explicó en una entrevista a El Larguero.
Es un tipo risueño, que siempre trata de divertirse. Basta con verle en las sesiones de entrenamiento, en las que siempre está con una sonrisa. En el vestuario tiene un curioso mote: Pañaki. "Me llaman 'Pañaki', de pañal, porque soy un calzonazos con la parienta, dicen que estoy todo el día con la parienta" admitió en otra entrevista, en este caso en La Resistencia. También confesó ser muy fan del famoso videojuego "Fortnite", al que dedica muchas horas en su casa o en las concentraciones.
Iñaki Williams es todo un ejemplo de superación y de que con esfuerzo todo es posible. Un africano del mismo centro de Bilbao que siente el Athletic como el que más, disfrutando al máximo cada gol que marca en San Mamés. Un chico normal que no pudo contener la emoción de su primera tanto como león. Fue en Turín en 2015 y lo celebró al grito de “¡La he metido, la he metido!”. Tras renovar recientemente, la afición de bilbaína podrá disfrutar de La Pantera muchos años más.