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De momento no veríamos esto en un gol del Athletic

Williams y Muniain, cual Zipi y Zape, celebran un gol sentados en La Catedral (Foto: Athletic Club)
El Desmarque Bizkaia

A falta de Athletic Club había tanto interés este sábado con el retorno de la Bundesliga, en la que todo el mundo del fútbol tenía puesto el foco, que aquello destilaba casi morbo. Todos se preguntaban cómo es el fútbol sin público, cómo se colocarían los banquillos, en qué condiciones físicas estarían los jugadores y, sobre todo, cómo se celebrarían los goles si es que lo sabía. Hubo muchos. Hasta cuatro en el partido entre el Schalke 04 y el Borussia de Dortmund.

Los jugadores del equipo ganador del derbi del Ruhr (Revierderby) evitaron el contacto físico y, además, homenajearon a la afición ausente. Marcó un gol el as noruego Erling Haaland, dos del portugués Raphael Guerreiro y uno del belga Thorgan Hazard.

La celebración de los goles marcó sin duda la jornada teutona. Los jugadores respetaban la distancia interpersonal y evitaban el contacto físico en todo momento para evitar contagios por coronavirus y además servir de ejemplo para la afición.

Ahora mismo De Marcos no felicitaría a Iker Muniain por su gol en un derbi del Athletic (Foto: LaLiga).

La afición del Athletic en un  nuevo fútbol sin abrazos

El Dortmund celebró su victoria ante la curva sur del Signas Iduna Park, como un homenaje a la afición ausente. “Fue algo espontáneo”, explicó el centrocampista Julian Brandt al canal Sky. “Es difícil pero es la situación. Procuramos respetar las reglas lo más estrictamente posible. Pero claro que preferiría que las circunstancias fueran normales”, dijo Brandt.

“Las sensaciones son distintas cuando la curva sur ruge”, agregó. La curva sur se conoce como “la pared amarilla” o, también, como la tribuna con puestos de pie más grande del mundo.

Ya sabemos a qué atenernos. Si el Athletic Club regresa en las once jornadas que restan de LaLiga Santander, habrá que olvidarse de la grada, de los abrazos e intentar meterse en plaza de UEFA Europa League sin apoyos externos. Es lo que toca, un mal necesario, guste o no, para salvar el fútbol en una situación extrema y desconocida.

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