Garitano paga 'la ronda' del 'VAR'

Tras la derrota ante el Real Madrid, el técnico del Athletic Club desautorizó a su capitán: "Sus palabras no representan el sentir del vestuario". Iker Muniain, ante las cámaras de Movistar, se sinceraba, a la vez que defendía los intereses de un Athletic cuya camiseta viste. A cuenta de los dos penaltis, uno en contra, el otro a favor; el primero señalado y marcado, el segundo, no cobrado, el de la Txantrea confesaba: "Ya estamos viendo en los últimos partidos hacía qué lado se está inclinando la balanza del VAR en LaLiga Santander; que juzgue la gente".

De haber sido señalado y transformado el penalti de Ramos a 'Rulo', el Athletic se habría ido con un punto a la caseta. Garitano, temeroso de que los que 'en las alturas hilvanan' tomaran venganza, pensando que su silencio le reportaría el respeto del colectivo arbitral, VAR incluido, invitó a la afición a que se volcara en los próximos partidos.

Una afición encendida. Pero de rabia. Olvida Garitano que los partidos se juegan a puerta cerrada.

Un argumento más para que el 'VAR' haga leña de los 'ángeles caídos' de la Catedral. Sabía el técnico de Derio que en cuatro días el Sevilla visitaba San Mames. "Mejor callar, no vaya a ser que"... Lo pensó. Pero no lo dijo. Garitano está tan indignado, o más, que el resto de la familia Athletic. O 'alguien' le ha dicho que "calladito, Gaizka, no vaya a ser que se enfaden de verdad y nos 'jodan' en el decisivo partido frente al Sevilla FC"... o el 'adiestrador de los leones' se equivoca de raíz al no señalar a un 'VAR' que, cono escribe Alejandra Herranz, "ver, si ve, pero no siente".

Llegaba el cuadro de Lopetegui con intención de cerrar su 'contrato con la Champions'. Athletic - Sevilla. Se jugaban más 'los de la Ría' que 'los de Nervión'. Pero no. No voy a hablar de fútbol. No tengo ganas. No me apetece. No 'se me pone'. No es desidia, ni pereza, ni dejadez. Sucede que de tonto tengo muy poco.

Y de ingenuo, a estas alturas de la película, nada de nada. Se trata de que mi boca no da para comulgar con ruedas de molino. Esas mismas que se viene tragando Garitano. Al finalizar la 'astracanada arbitral' que ha supuesto el duelo 'Athletic -Sevilla', Gaizka, en el campo y en la sala de prensa, se ha dedicado a hacer 'malabares' con la palabra.

"No voy a poner excusas... pero es imposible hacer un análisis de la derrota sin"

¿Sin qué?... Y entonces, nuestro entrenador se va de la lengua: "no hubo falta de Dani García en el primer gol del Sevilla; a Capa lo derriban antes del cabezazo del segundo; a Iñigo Martínez le hacen un penalti clarísimo"... Pero no, no quiere poner excusas: "a veces nos dan, otras nos quitan; de nada vale mirar hacia atrás". Pero, claro, "si median tres acciones" ilegales en un partido que finaliza con una derrota [1-2] por la mínima, qué se puede contar que no sea otra cosa que regresar a la 'teoría de Alejandra Herranz': "los árbitros sí ven, y el 'VAR', ni te cuento; sucede que ¡no sienten!".

El 'VAR' vio el pisotón de Ramos a 'Rulo'; el árbitro no vio nada...pero 'sintió' que Dani García derribaba a su rival al borde del área. El 'VAR' vio cómo Capa era derribado dentro del área facilitando el cabezazo de Munir... pero no 'se compadeció' ante el león caido.

Finalmente, para cerrar el círculo sangrante que, con su silencio permisivo [calla, luego otorga... todo tipo de desmán contra el Athletic], venía marcando Garitano con el 'compás' del 'dejar hacer', "al calor del amor en un VAR", [que diría Gabinete Caligari con una falta de ortografía], unos jueces, mientras veían una y otra vez cómo Iñigo Martínez era agarrado con saña hasta el derribo, 'sentían' que lo realmente justo era inhibirse.

Lo que me lleva a 'pensar', para no incurrir en 'malos pensamientos', que, exagerados por el agua mineral, creían los jueces, todos ellos, que se trataba de Rugby, y no de fútbol, la partida que estaban viendo.

Tras la 'fechoría' sufrida ante el 'imperio merengue', entendió Gaizka Garitano que lo más sensato era callar, no vaya a ser que tomen venganza en los partidos restantes. Lo entendió. Lo pensó. Pero no lo dijo. Sí, en cambio, afeó en público las palabras de su capitán, Iker Muniain. Equivocado, Garitano. Erró de bulto con su estrategia de no denunciar a ese mecanismo que, de tan 'humano' que se ha vuelto, es capaz hasta de 'prevaricar'. Cumplía 45 el mister del Athletic.

Guardó silencio luego de 'lo de Ramos': su pisotón a 'Rulo' y su descarado bofetón a Iñigo Martínez. Le cae bien Gaizka al 'colectivo' y a su 'juguete diabólico'. Tras el 'atracón de la cena', las palabras de Garitano llegaban tarde y mal. Era lo suyo como el que pretende que se le devuelva el dinero gastado por la ronda pagada en el BAR.

Y es que, respetado Gaizka Garitano, deberías saber que las palabras justas que no se dicen se convierten en el alimento con el que ese 'monstruo' que le llaman 'VAR' se sigue haciendo fuerte en su siniestro 'laberinto'.