"Hemos hecho dos goles y hemos defendido bien, nuestro portero ni ha tocado el balón". Declaraba Gaizka Garitano, técnico del Athletic Club en rueda de prensa. Y lo que, por su parte, más luz arroja para aquellos que queremos entender el desarrollo de un partido más parecido a una 'batalla a campo cerrado' que a una pugna entre futbolistas del todo capacitados. "En este campo hay que jugar así". ¿Cómo? Toda aquella persona que se haya plantado ante del televisor lo sabe.
A los 13' apunté en mi blog: ¿cuántos pases seguidos? A los 26' exclamé: ¡Qué espanto! En el 64', expresión redundante, me incluía en el 'club de los damnificados': ¡Me espanta! Antes, primera parte, minuto 23, tres preguntas como balas al centro del combate: ¿No quieren el balón... o no saben tenerlo... o es que acaso no pueden?
Preguntas con cumplida respuesta por parte del míster de los leones. Escueta. Rotunda. Concluyente. Ya reflejada. "En este campo hay que jugar así".
Teniendo en cuenta los sucesos acaecidos, contemplados y sufridos, habrá que concederle a Garitano el beneficio de la duda
Y hasta la certeza de que la manera de enfrentar el partido era premeditada y muy bien preparada en las largas previas de Lezama. "En este campo hay que jugar así". Dónde... y en Ipurua. Contra quién... y frente a la SD Eibar. Un equipo de autor. José Luis Mendilibar.
Cuando se habla de "este campo" se alude a un rectángulo de 103X65. Tiene Ipurua fama de pequeño. E incluso, de diminuto. Dos metros más corto que San Mamés. Tres, más estrecho que La Catedral. ¿Creen ustedes que es para tanto? ¿Que todo intento de combinar está condenado al fracaso por acumulación de fútbolistas? "A veces veo espacios", susurra Iñigo Vicente desde el banquillo.
Y si problema de espacio no es, uno cree que Garitano se refiere al 'fútbol que plantea Mendilibar' para confesar tras la victoria: "En este campo hay que jugar así". De lo que se desprende que en otros campos se debe jugar de otra manera.
Algo en lo que Garitano cree. ¿Y el bochorno de Los Cármenes ante el Granada CF? "Agua pasada no mueve molino". No lo dijo el técnico de Derio. Pero seguro que lo pensó. Y hasta lo musitó. No había nadie para leerle los labios.
"Así" jugó el Athletic "en este campo". Dándole al balón el mismo mal trato que el Eibar le daba. Que no fuera por el riesgo corrido. Igualada la contienda en las maneras, algo distinto a su rival le debía regalar el Athletic al juego para acercarse al área del Eibar y conquistar a los 'armeros'.
Y he aquí que, en el más áspero de los escenarios de LaLiga Santander, Ipurua, pequeño 'universo caótico', el Athletic fue capaz de 'inventarse' tres goles maravillosos. Solía decir Carlos Pouso que "los partidos se deciden en las áreas". Y se gestan en las inmediaciones. E incluso nacen en campo propio. Así fue...
40'. Jon Morcillo. Cabalga o revienta. 'Roturó' su banda izquierda hasta entregarle el testigo a Williams. Se dice de Iñaki que se aturrulla con el balón. Txakurraren bibolina! Lo aguantó junto a la cal. Lo protegió. Y cuando le vio a Unai López llegando a la media luna del área, le puso el balón a los pies. Levantó la cabeza el 'ocho' y se quedó a gusto con el golpeo: rápido, raso, a la red, luego de acariciar el esférico la parte interna de la base del palo largo.
En el 48', Unai Nuñez no fue capaz de cortar la conexión 'Pedro Leon-Kike García'. El Eibar se alimentaba de la estrategia para igualar la contienda. Pura y dura. El horror. El espanto. Y el Athletic, empeñado en sacar almíbar de lo fétido del partido.
Esos colores tan bonitos que tiene el gol. Hasta un 'defensivo' Dani García se sumó a la 'fiesta de las flores'. Asistió a Villalibre. El 'Búfalo' arrancó en carrera desaforada. ¿Pase de la muerte? Williams ejecutó a Dmitrovic. El VAR trazó una línea que demostró que Asier Villalibre necesitaba un número menor al de las botas que gastaba.
Se arrimó a las bandas. El rectángulo de Ipurua parecía más ancho. Pero más corto. Y es que Unai López vivía cerca del área cuando recogió el balón allá por el 87'. Como si de rugby se tratara, apertura la suya para Sancet, que se le ofrecía a su derecha. Ohian vio a Capa, que buscaba la línea de fondo con alevosía.
Un Athletic 'de derechas'. Qué 'se centró' cuando el lateral jarrillero asistió a un Unai López que, tras su 'apertura' a Ohian Sancet, buscaba el punto de penalti sabedor de que Capa le pondría 'a huevo' su segundo gol, ese que le daba al Athletic la victoria.
El de Williams, invalidado por la 'mala cabeza' de Asier Villalibre a la hora de escoger el 'número de sus botas'. Los de Unai López, fantásticos, inducidos por Gaizka Garitano, un entrenador que pide que "un ocho debe llegar a posiciones de remate con frecuencia", hasta el punto de ser capaz de "marcar cinco goles por temporada". El 'ocho'. El 'diez'. El 'once'. Al nueve se le supone instalado en la zona caliente.
El Athletic se reconcilió con el gol. Tres tantos espectaculares. ¿Y del horror? ¿Y del espanto? ¿Qué nos dice? Que, reparando en las palabras de Garitano, Ipurua era bosque, selva, donde se libraba la tremenda 'batalla de Teutoburgo'.
Conocedor de la historia, el 'líder Gaizka' escogió el papel del germano Arminio. Y fue así que se impuso a Mendilibar, que oficiaba de Publio Quintilio Varo. Ganó, en fin, el 'Athletic de Garitano' porque... "En este campo hay que jugar así". La leyenda de Ipurua continúa.
2 goles sin haber tocado el balón el portero,pero bien defendido,decía Gaizka Garitano en rueda de prensa. "En este campo hay que jugar así",Dónde? En el campo diminuto de Ipurua frente a la SD Eibar.Los partidos se deciden en las áreas, según solía decir Carlos Ponso.
Con los jóvenes se jugará s otra cosa no a lo que quiere garitano garitano vete ya no eres entrenador para el athletic