No termina de arrancar la maquinaria vizcaína en esta temporada 2020/21 en LaLiga Santander. La escuadra de Garitano sigue acumulando derrotas y provocando escozor a su afición con el juego y el manejo de los canteranos. El Athletic Club de Bilbao, ciclotímico y bipolar este curso, regresó a un estado depresivo tras la derrota en El Sadar, un choque más de 0-1 que de 1-0 hasta que en el minuto 80 llegó el penalti que dejó en mal lugar a Ander Capa y la victoria rojilla como guinda a la celebración del Centenario del CA Osasuna.
Fue un error más que grueso del lateral de Portugalete. Un fallo incomprensible por la manera en la que Capa arrolló en el área a Kike Barja casi sin balón por medio en una de las escasas aproximaciones navarras a las cercanías de Unai Simón.
Una acción, rematada por Rubén García desde los 11 metros, que acabó con la racha de cuatro victorias consecutivas del equipo bilbaíno en El Sadar y dejó en casi nada las buenas sensaciones emitidas por los de Gaizka Garitano la semana anterior en su convincente triunfo frente al Levante UD en San Mamés.
Aquella victoria espantó la espesura de un ambiente enrarecido en Bilbao tras un mal inicio de LaLiga Santander -con dos derrotas también por la mínima con mala imagen ante rivales en inferioridad, Cádiz (0-1) y Alavés (1-0)-, y la deriva institucional a raíz del no fichaje de Fernando Llorente.
Aunque la dimensión de la derrota contra Osasuna no fue la misma porque el Athletic no mereció la derrota más que el rival, el hecho de no haber sacado nada de un campo tan propicio y contra un equipo local sin el brío y el punch de otras ocasiones ha hecho daño en el ánimo de un seguidor rojiblanco en permanente estado de cabreo a nada que las cosas no le van como quieren a su equipo.
Pocas veces los 'leones' habrán tenido un partido tan cómodo en Pamplona. Y menos acabando en derrota.
Pero el Athletic volvió a pagar su escasa creatividad cerca del área rival, donde las jugadas solo mejoran cuando pasan por las botas Iker Muniain. Al que encima en Bilbao se le discute.
Iñaki Williams, que dio ciertos síntomas de mejoría frente al Levante, sigue sin estar a su nivel; Raúl García cada vez aparece menos y Alex Berenguer no tuvo la suerte de su primer día en San Mamés marcando en un partido sin apenas brillantez en lo individual.
Pero Muniain está aislado en una banda y en la generación de juego solo cuenta con Unai López como aliado. Dani García ha arrancado con una de cal y otra de arena, Capa está completando un inicio de curso más que deficiente y Yuri Berchiche, pieza clave y bien suplido por un Mikel Balenziaga más defensivo, no jugó de inicio después de su aislamiento por un positivo de COVID-19.
Los centrales, Yeray Álvarez -o Unai Núñez cuando le suple- e Iñigo Martínez, aguantan bien a los rivales, pero recibir un gol está siendo letal para el Athletic. Los cuatro partidos en los que ha recibido el primer gol los ha perdido. En los dos que ha ganado abrió el marcador. Aunque el Eibar le empató antes del 1-2 final.
Como en cada encuentro, el sábado al final salieron los chavales. Canteranos que prometen pero con los que Garitano aún no se atreve demasiado y apenas les da unos minutos con los partidos declinando.
Ayer fueron Asier Villalibre (23 años), Jon Morcillo (22), que tuvo su protagonismo pero ya perdió el puesto antes de la llegada de Berenguer, Oier Zarraga (21) e Iñigo (22). Jugadores jóvenes, pero no tanto. Más lo son Oihan Sancet (20) y Unai Vencedor (19), en una situación similar.
Cuando se sale a que pase el tiempo y haber que pasa pues eso pasan estas cosas... Y lo que queda.
Nada nuevo bajo la lluvia un día más y van donde el athletic muestra una caricatura de ser lo que no es no teniendo vistan de metamorfosis, porque los actores actuales n o caen de si breva, se creen que sus ideas,sistemas,tácticas forma de jugar sinónimos e intocables, se creen tener la verdad absoluta sin darse cuenta que les lleva la corriente de la indolencia. La autocritica carece de lugar en estos ídolos de barro gobernados por un entrenador encerrado en sí mismo que da cabezazos a los burladeros como los toros en toriles. Se peca de humildad de querer demostrar que sus ideas son las únicas e innegociables, craso error, como en los circos romanos la chusma esta con el dedo señalando para abajo pero el cesar no mira al tendido observa y calla a sus leones como temolonean en la arena,. Esperan que los vientos cambien pero la tempestad pasa y deja las cosas rotas, el athletic esta deslabazado, desorientado, desencajado, desconfiado, destruyendose en sí egolatría. Las cosas son así, fueron de esa manera y serán como la fortuna la pronostique, pero el daño ya está hecho antes de que que venga otras hordas sin gobierno hay que cambiar y no esperar al que pasará?