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De Txetxu Rojo hasta Muniain: el Athletic, en busca del centrocampista zurdo

Kuitxi Pérez

Agustín Gainza Bikandi. El ultimo de aquel 'quinteto' fantástico del Athletic Club: Iriondo, Venancio, Zarra, Panizo y Gainza. Se retiró en el 58. 'Once Club Man'. Se busca en la hemeroteca y se descubre que el diario hablaba de él. Crónica tan corta como hermosa. Patxo Unzueta cubre con palabras su cuerpo mientras se echa una cabezadita profunda de la que no podrá despertar", Venga, Piru, a comer".

Gainza ya no está. 1995. 72 años. Una edad grosera, indecente, le quedaba mucho 'campo' por recorrer al que en Irlanda apodaron el 'gamo de Dublin'. Metáfora que se queda corta. Veloz, sí. Pero también el del regate eléctrico, el de los centros milimétricos a lo más suyo de la cabeza de Zarra: la "segunda mejor de Europa tras la de Churchill". Gainza. Nominado para dar inicio al listado de esos futbolistas zurdos que se gustaban zapateando la banda izquierda de San Mamés.

José Francisco Rojo Arroita. Txetxu Rojo. Si su segundo apellido hubiera sido Blanco, Txetxu Rojo Blanco. Gorria, Zuria. Rojo 'primero'. Interior nato, arrastrado a la cal de la banda por 'caprichos' de algunos de sus entrenadores. Se hacía con el balón en los grandes espacios para surcarlos con su elegancia infinita. Ese conducir dueño de sí mismo y del equipo. No era, sin embargo, de echárselo a las espaldas.

Lance de juego en el Athletic-Inglaterra del 1982, como homenaje a Txetxu Rojo (Foto: Athletic Club).

Tuvo a su lado al mejor Clemente. Poco le duró el rubio de Barakaldo. Pero mientras, sin embargo, ese afán como de quererlo pegadito a la banda. Los cromos en el álbum. Argoitia, Uriarte, Arieta, Clemente y Rojo. Dos años. Acaso tres. El metal de los tacos contra el hueso de su pierna. Lo sacaron en parihuelas al rubio. Para siempre lo sacaron. Y aún así, Rojo quedó escorado como si el Athletic no tuviera a bien ponerle otro zurdo a su lado.

Txurruka no lo era. Al de Zarautz le gustaba ciscatear con Txetxu a Rojo, su socio favorito a la hora de poner patas arriba la banda izquierda. Recortando a diestro y siniestro. ¡Aquel partido en San Mamés frente al FC Barcelona de Cruyff! UEFA 76-77. Dos goles a uno tras una exhibición de Iñaki Txurruka e Irureta. De Dani. Txetxu Rojo, bailando la rumba en mitad del escenario.

"Dani, Carlos, Rojo". Empeñados. Más tozudo será el zurdo. No nació extremo. Pero extremo morirá. Un zurdo con sus 'interioridades'. Aquel que sentado se quedó. Cabeza humillada. Nunca una fotografía reflejó el abatimiento como aquella de seguido a caer el Athletic ante la Juventus víctima de esa ley cruel que dice que marcar fuera de casa merece premio mayor que hacerlo ante tu gente. Frente a la Inglaterra de Kevin Keegan sería así el honor como la despedida.

Estanis Argote, un maravilloso centrador en el Athletic Club campeón de Javier Clemente.

En el aire. Flotando. Claramente a la espera. Estanis Argote. Piernas largas. Conduce elegante, trazando toques cortos hacia dentro y hacia afuera. Trata de evitar la oposición de su marcador. Y cuando se siente liberado, traza un milagro el balón partiendo de su bota inteligente. Con el tiempo, Sarabia confesaría que el uno y el otro conocían la intención de ambos.

Atacar ese espacio a sabiendas de que allí aparecería el balón que partió del empeine interior de ese extremo puro que era Estanis Argote. Este cronista supo de las exquisitas maneras de Argote en un amistoso de pretemporada entre el Bilbao Athletic y el Club Portugalete. Javier Clemente diría que los centros más puros eran los de Estanis Argote.

Sostiene que "Txetxu Rojo ha sido el mejor jugador en la historia del Athletic". Y Sarabia, "el de la técnica más depurada".

Clemente y Sarabia. Los dos en el patio superior del colegio de La Salle de Sestao. Sarabia, Clemente, Argote: respirando el mismo aliento en tres partidos de fútbol. Sarabia: libertad para matar a Carnevalli de seguido a hacerle un caño al último defensor. Gol de pañuelos. Uno más con el que la parroquia de la Catedral se rendía ante la magia del 'orfebre de Gallarta'.

Manolo Sarabia en San Mamés en un Athletic Club-Liverpool de Copa de Europa.

Se buscan zurdos para la banda izquierda de San Mamés...

Gainza, Rojo, Clemente, Argote, Sarabia. Irrumpe la banda más pura. Y lo hace con la furia del jabalí. Mima el balón, sin embargo, como en aquella frustrada final del penalti que no fue y su recital de recortes y asistencias de lujo al corazón del área. Y lo rompe, literal, severo castigo a aquellas tensas redes del Insular en la primera de las dos ligas de Clemente. Urtubi, imperial. Urtubi, dueño del terreno que va roturando. Urtubi, lesión que lo dejó varado. Urtubi y su inoportuno adiós al Athletic y a Lezama. Luis de la Fuente. El 'jarrero', que nació extremo para retrasar su posición hasta la zaga. Un domingo a la mañana. Como si el cronista fuera un cazador de leones zurdos.

Ayucar. Mendiguren. Falsos por 'ocupas'. Dos zurdos haciendo tiempo. Habrá de nacer Yeste para que la saga continúe. Intermitente pero elegante. No es veloz, pero su zancada lo hace gigante. Magistral visión de juego. Goles maravillosos. El Zape de Zipi. Zipi del Horno. Con Caparrós, un zurdo habrá de pisar la cal víctima del sistema 1-4-4-2 'del técnico utrerano. Le espanta su olor, el de la cal, pero, ya fue dicho, 'a la fuerza ahorcan': ¡cuántas 'ejecuciones' de Fran, "Seda" Yeste: lo que Jose Iragorri bautizó que no lo desvirtúe ni el dios de los paganos.

Yeste era ese centrocampista que para sí habrían querido Bielsa, Valverde, Ziganda, Berizzo, Garirano y este Marcelino dispuesto a enloquecer con un jugador de su porte.

Jon Morcillo ante el Ibiza en la Copa (Foto: Athletic Club).

Gabilondo apareció en aquel agónico partido que nos enfrentó al Levante. Hasta que llegó aquel día en el que Caparrós rescató del parvulario de Lezama a Muniain. Derecho por todos sus costados. Van ya doce años, y Muniain, ahí, como un bonsai que estuviera sosteniendo su cielo particular de San Mamés y Lezama.

Sabin Merino, Ager Aketxe, Córdoba, Morcillo, Berenguer. Lo intenta de todos los modos su entrenador correspondiente. Pero él, escaso a la hora de sacar su pierna izquierda a pasear, agiganta su figura a balón detenido. Se ha dejado una melenita que una diadema recoge. Barbarroja. Pirata. Bandido. Con los galones de un capitán.

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  1. Joseba

    Y "Bala Roja" Gorostiza?

  2. Fernando Montoya

    No he visto nada de Fidel Iriarte Gran jugador.

  3. David

    Lo he tenido que leer 3 veces para ver qué no aparecía el nombre de Don Ander Garitano. Una blasfemia, vamos...

  4. Tomás

    Se te a olvidado un crack Ander garita tano

  5. Tomás

    Se te a olvidado un crack Andergaritano