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Jose Iragorri, Hoss, el estudiante más joven de nuestra generación

Kuitxi Pérez

Me contaron los gatos de La Florida que, en una noche clara, de mucha luna, vieron el tránsito fugaz de un gigante atravesando los muros del campo de fútbol, desmarque de ruptura en toda regla. Me lo dijeron ellos, los tres por la historia familiar nominados: Lasa, Félix y Sergio Nocito. Lasa era un gatito negro y revoltoso. Veloz. Tanto, que dejaba muy atrás, derrengada, su propia sombra, del mismo modo que el extremo aquel del 'Athletic del retorno' se olvidaba del balón en sus largas arrancadas por la banda derecha.

La tía Licesia no veía mucho fútbol. Pero era del Athletic Club. Quizás lo escuchó de mi boca. Y un día lo vio. Establecido el paralelismo, Txema Lasa retrasó su posición hasta el lateral derecho. El gato se quedó con lo que era suyo: 'Lasa'. Felix y Sergio habrían de resultar después de muchos años. Cuando la tía ya no era cocinera en el 'Hotel de los pobres'.

Ni dueña de los pucheros que se tambaleaban sobre una chapa de leña y eskarabilla a cuyo calor se arrimaba su gatito, Lasa, para arañar con mordiscos almohadillados la pelotita que colgaba para solaz del adorable felino.

Jose Iragorri, Hoss, ante el campo de San Mamés con un micrófono en mano de Radio Popular.

Tenía 55 años el ariete de Etxebarri cuando disputaba la liga 2013-2014. Treinta de Mayo. El Campeonato, cosa de 'dos'. Todo eran disputas. Porque era poderoso se echó el equipo a sus espaldas. Todas las escuadras en las que había jugado viajaban veloces en su sagrada anatomía. Desmarque de ruptura, ya se dijo. Estar preparado por aquello del último testarazo.

Despierto soñaba hasta que se quedó  dormido, de mentira, y, de verdad, se puso a soñar. Que era niño en aquel infantil del Athletic Club que por entonces se llamaba 'Aliron: "All Iron", todo era puro hierro, pero él aún no sabía inglés, a pesar de que Lezama era la mejor de entre todas las escuelas. Fue con el Getxo en Fadura, o tal vez en condición de visitante...

"Ora arremetes y ruges,
Ora con el peso crujes,
De un dolor más que tú fuerte"...

La placa de la sala de prensa de San Mamés en homenaje a Jose Iragorri (Foto: Athletic Club).

Un collarín blanco rodeaba su cuello protegiendo sus cervicales maltrechas en el lance de un partido del que no queda constancia. Por eso, en aquella primera clase de la Uni, ejercía de niño en el Templo impartiendo la docencia del daño que precede a ser el centro de todas las miradas.

La mía, también. Algo había en su estampa que me resultaba familiar. Claro. Era él. El que, una temporada atrás, en el campo de la carretera de Arratia, había desbaratado nuestro sueño copero de Radio Juventud machacando con su cabeza la portería que defendía Mariano, arquero, hijo fiel del legendario Martín Susilla.

'Otro', Martín Susilla, que se nos habría de ir a destiempo, así como Javi Arietaaraunabeña, niño grande capaz de cometer travesuras tales como sellar con los tacos de su bota Adidas [esa con franjas naranjas proclives al despegue  que mediante un vale que nos daba el Club comprábamos en 'Comercial Basconia' de Barakaldo] la parte alta del muslo de Jose Iragorri y el del mismísimo Estanis Argote. Y si alguien tiene dudas, que se ponga en contacto con Paxi Etxabe, el 'Jefe' de aquel Portu juvenil en el que 'Luis' era 'la Magia' liberada por un enorme entrenador llamado Urbano Anda.

Gurutze, mujer de Jose Iragorri, acompaña a Josu Urrutia, en la sala de prensa de San Mamés.

En "Fulgor en la Universidad" ya se contó la vida y milagros de un grupo de 'gamberros' que, mano pegada al corazón, entonaba el himno 'azzurri' antes de cada uno de los partidos de ese 'rodillo holandés' que era el magnífico e invencible equipo de 'San Informando'. Al salir de clase. Aste Nagusia. Después de un entrenamiento de pretemporada en La Florida.

Noche cerrada. Cielo abierto. Apostado en mi atalaya del Arenal, veo a un gigante disfrazado de soldado 'unionista' en la 'guerra' estadounidense 'de secesión'. A la carrera va. "Bleu, bleu", su vestimenta azul. Cartuchera con pistola de jabón colgando de su cadera. Podría haberlo citado con mi grito. En vano habría sido. Porque en los sueños las palabras que nos decimos no se escuchan: ¡Rasgó la noche un emisario del viento!

Habrá más imágenes. Pero aquella del Arenal fue la más pura. Porque recoge su esencia y la condensa para terminar sellada a fuego lento en mi retina. Si se me pregunta, Quién era él, yo diría, Aquél. Si se me cuestiona, Cómo era él, Un niño grande, contestaría, Como el de aquella noche, añadiría. Un hombre capaz de tapar el sol, 'el Hijo de la Luna'. Le preguntaron, "¿Oye, Cómo va?", "Mejor de noche que al mediodía".

En su 'sofá sonoro' se asentó. Rodeado de 'los suyos'. Hay quien dice que de día también lo veía, sin saber que existen dobles, sosias, duplicados y calcamonías.

La cuadrilla de Jose Iragorri en la Facultad de Periodismo de la UPV en Leioa.

Hay quien una carta muy sentida le escribió tras la muerte de su aita y de su ama. Y que el 'soldadito del Arenal' le contestó a Kuitxi con su mano tendida y sin medida, con su "Mazinger Hoss", firma de lujo a buen recaudo en el baúl de los mensajes que no mueren. Corría mediada la primera década del siglo veintiuno.

Uno trata de evitar que el tiempo corra haciendo añicos el cristal de todos los relojes de arena del mundo. Ingenuo. Inocente. Más niño, aún si cabe, que aquel soldadito, vestido entero de azul, que surcó el cielo del Arenal cual cometa anticipando una Epifanía no deseada.

"Si me das a elegir / entre el 'Aliron' y el 'bakalao' más sentido / ¡me quedo contigo!...
"Si me das a elegir / entre tu gloria y mis letras / ¡me quedo contigo! ...
"Si me das a elegir / entre 'Van' y nuestros 'errores' / ¡me quedo contigo!...
"Si me das a elegir / entre romper en mil pedazos aquella carta y asfixiar emociones tan bellas / ¡me quedo contigo!
"Si me das a elegir / Entre tú y ese cielo / Donde libre es el vuelo / Pa' llegar al olvido...
"Si me das a elegir / ¡me quedo contigo!"

Porque / más allá de Manu Chao / y su 'prestada' canción encendida / entre la 'posesión' de mis palabras / y la 'esclavitud' de tu silencio / cuando todo se reduce / al amor en las cenizas / yo / fácil es la elección cuando una sola cosa se ofrece / ¡me quedo contigo!

Jose Iragorri. Hoss. 55 años. El estudiante más joven de nuestra generación.

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  1. TARKUS

    SE TE HECHA EN FALTA

  2. Rikardo Alonso

    Grandisimo Hoss. Abrazo eterno. Beti gurekin

  3. Adolfo Ketterer Molina

    Magnífico amigo, magnífico deportista, magnífico profesional ..... Magnífico "Hoss" Hay personas que se quedan para siempre, con todos nosotros Otro de los de San Informando