Fue un 5 de julio de 2012, toda una fecha para recordar en Bizkaia y entre los athleticzales con verdadero estupor ya que lo vivido sonaba a cine negro con toques de sainete de Berlanga. No faltó hasta la acción a lo Van Damme... Les refresco la memoria. El por entonces entrenador del Athletic Club de Bilbao, Marcelo Bielsa, explicaba ante los micrófonos y las cámaras con 'pelos y señales' los acontecimientos sucedidos en aquellos días entorno a su figura y al jefe de las obras que se estaban desarrollando en las instalaciones de Lezama.
Ardió Troya con aquel episodio en la etapa presidencial de Josu Urrutia. El técnico rosarino comentaba, sin tapujos en una rueda de prensa que ha quedado grabada para la posteridad, que las obras que se estaban desarrollando en el complejo del Athletic son "una estafa, un engaño y un robo".
La RP la pueden ver íntegra al final de esta página. Sobre el minuto 7 arranca el meollo del asunto y en el 18' se refiere al tema de la denuncia.
Cuando Bielsa regresó a Lezama para comenzar la pretemporada se encontró con la desagradable noticia de que las obras de reforma de las instalaciones rojiblancas no estaban en el punto acordado por la empresa, sino a la mitad de lo que se habían comprometido. A resultas de dicho asunto el técnico rojiblanco admitió ante la prensa que tuvo "una diferencia" con el encargado de la obra.
"Yo le dije este trabajo está mal hecho y usted sabe que está mal hecho. No falta terminarlo, está mal hecho. Consideré que el club estaba siendo engañado, estafado y robado".
"No había ninguna autoridad que representara al Athletic por lo que asumí que debía hacerme cargo del reclamo y lo reclamé. Me expresé de manera ofensiva con esta persona y él me respondió con el mismo nivel de agresividad. Estábamos en el vestuario donde yo me cambio, primero le dije que se fuera y luego lo tomé del cuerpo y lo saqué a la fuerza", explicaba 'El Loco' ante una concurrencia anonadada.
Bielsa continuaba con el relato de los hechos y señalaba que "me dijo que le había golpeado y que iba a reclamar por lo sucedido pero no hizo ninguna denuncia policial. Creo que no la hizo presionado por la empresa donde trabaja o por el Athletic. Vista la situación hice una autodenuncia donde me autoinculpo de la agresión. Por lo tanto "lo único que tiene que hacer es llevar adelante la defensa de sus derechos que los tiene", comentaba Bielsa.
"Opino lo peor de esa persona. No la respeto porque profesionalmente y humanamente trataron de engañarme a mi y de engañar al club. Considero lo que hicieron como una estafa, un robo y un engaño porque no cumplieron con lo que dijeron", reiteraba
"Cuando terminaron las dos finales (de Copa y de Europa League) sentí una profunda vergüenza" porque el equipo no compitió ni ante Atlético de Madrid, ni Barcelona. Es por ello que trató de motivar a su plantilla y este proyecto de reforma de Lezama "era la forma de empezar a cambiarlo".
Para tratar de sacar todo adelante Bielsa dijo que "no tuve vacaciones. Habré tenido unas 30 horas de reuniones. En las tres semanas que estuve en casa hablaba cuatro horas de promedio sobre el desarrollo de las obras". Pero la sorpresa llegó cuando descubrió que no solo estaba acabado la mitad del compromiso sino que además "este trabajo se hizo mal sabiendo que se estaba haciendo mal".
Cuestionado por si se ha sentido respaldado por el club en su 'cruzada', el técnico trataba de restarle trascendencia al comentar que "eso no importa" si bien afirmaba que "estoy haciendo esto que lo debería haber hecho el club. Igual lo estoy haciendo demasiado rápido porque la explicación siempre pasa por ahí, lo íbamos a hacer mañana". Tremendo.