Salta a la vista que el atacante navarro Álex Berenguer, pichichi del Athletic Club de Bilbao en la pasada campaña, se ha convertido en un peso pesado del vestuario de Marcelino García Toral. Aparte del coste de su fichaje se ha ganado a pulso sus galones rindiendo bien y con números en el terreno de juego. Pero es un chico ambicioso, no se quiere quedar ahí, sino progresar e ir a más en su segunda temporada en la entidad de San Mamés.
Así lo ha confirmado este jueves en Lezama. "Me exijo siempre el máximo, interiormente creo que he de demostrar mi nivel en todos los partidos, al acabar los suelo ver para repasar todo lo que hecho y en lo que debo mejorar. Creo que hice un buen año en la pasada temporada pero espero mejorarlo en este año", ha avisado a través de la prensa.
"Al final el Athletic siempre ha sido un equipo peleón al que es muy difícil ganarle, yo no me esperaba otra cosa al venir aquí. Son una gran familia y por suerte formo parte de ella", ha agradecido.
"Hay que pelear por llegar a Europa, por estar arriba ya que hay nivel suficiente para ello, hay que autoexigirse eso", dice Berenguer
El navarro por fin va a poder jugar ante la afición zurigorri como local. Algo que hasta ahora no había podido vivir en sus carnes. "Después de tanto tiempo con estadios vacíos estamos con muchas ganas e ilusión de que vengan a vernos en directo nuestros aficionados".
"Desde que vine no ha habido público y quiero ver un San Mamés lleno, o al menos con cierto número de personas de momento, y que nos ayude a sacar puntos", describe.
"Es un asunto delicado y de importancia. Sí que es verdad que cada uno tiene su personalidad, su carácter y sus problemas personales en su vida privada. Ese tipo de problemas nunca los he tenido pero desde luego entiendo perfectamente a quien sí los sufre", ha señalado en Lezama sobre esta cuestión tan en boga.
Y eso ha servido como introducción para hablar de la figura de José Carrascosa, el psicólogo y pedagogo que ha traído Marcelino como refuerzo a la primera plantilla del Club vasco. "El psicólogo es una ayuda más que nos completa aún más el trabajo del grupo", dijo escuetamente Berenguer.