Un respeto para Don Andoni Iraola

Esta vida moderna en la que todo se discute y relativiza, en la que hagas lo que hagas se te puede poner a parir, le han tocado esta vez en el lomo también a Andoni Iraola. El entrenador del Rayo Vallecano visitaba por primera vez San Mamés como técnico rival en el duelo empatado este martes por la noche ante el Athletic Club y desgraciadamente se llevó los 3 puntos con el (1-2) del eterno Falcao en el 96' de juego.

Muchos ojos estaban pendientes del trabajo en la banda del técnico de Usurbil, una leyenda de verdad del Athletic, no solo por el número de partidos disputados en el ranking histórico del club, sino por su rendimiento y su adaptación a una posición absolutamente antagónica a sus características como era la de lateral derecho.

Amante del buen fútbol (como todos cuando puede y tiene mimbres), con una notable cabeza y con Ernesto Valverde y Marcelo Bielsa como principales referentes, lo cierto es que Iraola no tiene la culpa de que se le vincule en un futuro cercano con el banquillo bilbaíno que ahora ocupa Marcelino García Toral.

Y mucho más injusto incluso es hacer de menos su de momento corta trayectoria pero a la vez francamente brillante en los banquillos profesionales.

Desde que colgase las botas en New York, Iraola ha logrado ganar la Supercopa de Chipre con el AEK Larnaca, al que metió en la fase de grupos de la Europa League, jugar a las semifinales de Copa con el Mirandés y por último, y como valor más importante, ascender al Rayo a LaLiga Santander. De momento está en racha y tras dos derrotas ahora ha sumado 10 de 12 puntos con 10 goles anotados.

El tiempo dirá si dirige al Athletic o no, o cuando se producirá ese abrazo en Ibaigane. Pero de momento lo mejor es dejarle trabajar y desarrollarse como entrenador, algo que él mismo siempre reclama como adalid de la paciencia. Pero ya sabemos que estos tiempos van en otras velocidades, o al menos lo pretenden. Afortunadamente no todos tragan.