El Unai Simón que da puntos al Athletic

Pese a que los viejos rockeros del balompié son reacios a admitirlo el fútbol ha cambiado muchísimo. Sobre todo, por ejemplo, en el apartado de los porteros. Unai Simón puede dar fe de todo ello. Con el paso de las décadas se les exige que jueguen fuera del área, que la peguen de cine con el pie y hasta que inicien las jugadas sacándola con aplomo desde atrás aunque los delanteros les presionen con fiereza.

Lo que no ha cambiado es que se les pide que paren, que paren mucho, y en ese sentido cada día se da más valor a esos porteros que “dan puntos”. En el caso del Athletic Club, desde luego hay que festejar que Unai Simón ha vuelto por sus fueros. Es un serio aspirante al Trofeo Zamora, algo que en Bilbao no se ve desde los tiempos de Iribar y Andoni Zubizarreta.

Tras una campaña en la que estuvo desconocido, la anterior, plagada de fallos que hoy día se denominan groseros, el cancerbero de Murgia se ha reencontrado a sí mismo en la presente campaña.

Se ve que tantos partidos disputados con la selección absoluta y olímpica han terminado de afianzar su confianza personal y el equipo de Marcelino lo está agradeciendo en una temporada en la que el Athletic ya ha dejado en siete ocasiones la portería a cero. Seis con el cancerbero alavés y una con el chaval guipuzcoano, Julen Agirrezabala, en Elche.

El último Premio 'All Iron' de la Peña Mister Pentland, acumula ya 106 partidos como León. Es otro más de los grandes guardametas formados en Lezama, adonde llegó en cadetes en la temporada 2011/2012

Un Unai Simón absolutamente providencial en Getafe

Si en el choque de LaLiga Santander del Santiago Bernabéu, ante el Real Madrid, mantuvo al equipo a flote en la primera parte, aunque al final el gran partido coral no sirviera para puntuar, en Getafe ya fue absolutamente providencial.

El portero rojiblanco realizó dos paradas espectaculares en el segundo tiempo cuando el campo se había escorado hacia los de Quique Sánchez Flores. Tanto Sandro como Olivera se quedaron pasmados con los dos balones de gol que les sacó un Unai Simón al que bien se puede agradecer el empate logrado.

Ahora lo que hace falta es que sus compañeros sean capaces de meter la pelota en la portería rival. Ya que eso no se le va a pedir a Unai, aunque quién sabe, lo mismo algún día acaba acertando al subir a rematar en un córner a la desesperada.