En el entorno del Athletic Club hemos vivido un año convulso, como me temo que van a ser a partir de ahora todos, salvo que esto cambie (ojalá) mucho. Por supuesto, un año marcado otra vez por la pandemia de la COVID-19 que encima en estas últimas fechas de 2021 se ha disparado con la variante del Ómicron. A ver si acaba ya esta pesadilla y todo vuelve a ser normal. El trabajo, el fútbol, la hostelería, la vida...
No hay que olvidar, para los dramáticos y apocalípticos, que también ha sido un año con tres finales y un título jugando con nuestra filosofía, "única en el mundo". La primera, un milagro, por cómo y a quien se ganó esa Supercopa metiéndole cinco goles en apenas 3 días al Barça y Real Madrid. Recuerden que no era el sueño de una noche de verano sino enero y que los rivales estaban con todas sus estrellas en el césped.
Seamos sinceros: no confiaba en el triunfo del Athletic ni el busto de 'Pichichi'.
Luego llegaron las dos finales de Copa perdidas en La Cartuja de Sevilla en el 'robado' mes abril, que diría Joaquín Sabina. Con especial dolor para la primera, no por ser ante la Real Sociedad, como algunos piensan al otro lado de la autopista, sino porque el equipo no compitió y estuvo desconocido en los 100 minutos que duró esa tortura y en los 15 jugadores que participaron.
No quiero dejarme tampoco el cambio de entrenador que en el inicio de año supuso la marcha cantada -y no con la mejor de las maneras- de Gaizka Garitano y la llegada de un Marcelino, que para mí es un entrenador Top al que le ha faltado un puntito de suerte para que sea más valorado en su trabajo.
El mundo está difícil para el Athletic: en 2021 hubo cambio de entrenador en los 3 primeros equipos del Club
Un trabajo que está conformando el anhelado relevo generacional, ya que ahora mismo nos hemos ilusionado todos con la nueva camada de cachorros que está tratando de derribar la puerta con los Nico Williams y Nico Serrano, Oier Zarraga, Oihan Sancet, Unai Vencedor, Julen Aguirrezabala y compañía.
Miremos ya hacia el nuevo año donde esperamos que las sensaciones muten en puntos, que se pelee por algún título y que la nueva directiva que entre en Ibaigane tenga más apoyo y un clima más benigno por el bien del Club. Entre errores cometidos, charcos absurdos, polémicas hinchadas, revanchas y cizaña no sé si ha habido un día tranquilo o sin debate acalorado. Agotador.
PD: en Nochevieja siempre se habla del futuro, pero no quiero olvidarme de los que ya no están y entre ellos de nuestra añorada compañera de ElDesmarque Macu Briones y de Koldo Asua. Humano y cabezota como pocos. Formador de jugadores y personas para la vida, tanto en los Jesuitas de Indautxu como en Lezama. Beti gogoan, Chivo!
Por lo demás, desearos un buen fin de año a tod@s y que entréis bien en el año 2022, en el que por cierto en enero me parece que al Athletic le vamos a ver más por Lezama y por la televisión que por Bilbao.
Un abrazo a tod@s. Urte berri on!