El derbi del Reale Arena no fue justo con el Athletic

El Athletic Club femenino volvía este domingo a la competición, que se ha reanudado tras el parón navideño, con la disputa del derbi vasco ante la Real Sociedad. Un choque siempre atractivo por el pique vecinal que se ha jugado bajo la lluvia en el Reale Arena de San Sebastián ante 5.293 espectadores. Las pupilas de Iraia Iturregi, quien acaba de cumplir un año en el cargo, han perdido por (1-0) ante las de Natalia Arroyo en un pleito muy disputado.

Con esta derrota, la sexta del curso, las Leonas cierran la Jornada 16ª de la Liga Primera Iberdrola con 23 puntos la tabla. Eso sí, tiene un partido menos, el del Atlético de Madrid, que fue aplazado en su momento tras detectarse diez casos de COVID en el equipo madrileño.

Una pena caer, porque el equipo bilbaíno ha estado siempre ahí con opciones de marcar en la meta txuri urdin. Aparte de que sumar en esta jornada permitía a las de Iraia no descolgarse de los puestos de Liga de Campeones y afrontar con más calma una dura semana que cuenta con dos partidos más por delante.

El miércoles, día 12, juega en Lezama ante el Real Betis y el domingo 16 lo hará en Buñol ante el Levante UD.

Tras un inicio arrollador de las guipuzcoanas, con varias ocasiones sobre el marco de la hoy silbada Mariasun Quiñones, llegaba el gol de Nerea Eizagirre, en el 22', con un trallazo desde fuera del área que daba ventaja a las locales. Un mazazo, aunque poco a poco el duelo se fue equilibrando, de modo que las leonas también se han acercado con mucho peligro a la portería rival antes del descanso en busca de la igualada.

Como cuando la cancerbera de Zumarraga, Elene Lete, detuvo el envenenado disparo de Marta Unzue, en alguna buena llegada de Ainhoa Vicente Moraza, que la delantera Ane Azkona no pudo machacar, o en el gol anulado al Athletic por fuera de juego.

En la segunda mitad el Athletic salió mucho mejor que al inicio del partido...

Las vizcaínas apretaron en la presión alta tras pérdida, se hicieron con el balón y trataron de poner cerco al marco donostiarra con varios centros y algún disparo que llevaba el susto a la grada local. Fueron 20 minutos de buen hacer, pero sin premio al esfuerzo.

Después, en el carrusel de cambios, el duelo se fue muriendo sin que se atisbara la opción de rascar algo positivo, tampoco en los 3' de prolongación, que sin duda, hubiera sido lo más justo visto el cómputo general del encuentro.