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El enésimo martillazo de Marcelino

Kuitxi Pérez

Anda la gente alborotada a cuenta de la arábiga final en la que nos ha metido a todos el Athletic. Debería, por tanto, seguirle la corriente. Volcar todo mi empeño en este futuro inminente. Real Madrid y Athletic Club se verán las caras una vez más. Lucha de gigantes. La enésima. Se miran y no se aburren. Ni se cansan.

Será porque ningún futbolista disputa dos veces el mismo 'clásico'. Ni dos veces asiste la afición al mismo partido. 'Merengues' y 'Leones' directos al corazón de la Arabia más profunda. Los primeros, luego de apear al FC Barcelona en un duelo más extenso de lo esperado. Los segundos, o sea, nosotros, tras quitarnos de en medio a 'nuestro ahijado'. Empalagoso. Pelma. Olvidadizo. Rencoroso.

Desagradecido en cualquier caso. Debería, se empezó a escribir, desprenderme de toda causa, por caduca. Para centrarme, con todo mi empeño, en esa suerte de 'efecto cuántico' del que se desprende que "el aleteo de una mariposa acompañando el gambeteo de Iker Muniain en la media luna del área de Courtois puede provocar una sacudida sísmica en los números impares de 'Licenciado Poza".

Marcelino dirige al Athletic Club en la Supercopa de Arabia Saudí (Foto: RFEF).

Debería obviar cualquier vestigio del pasado. Por muy reciente que sea. Y es que la gente olvida fácil. Borra emails con celeridad. De entrada. De salida. Borradores. Para llegar a la hora decisiva con el Correo ligero, casi desnudo, como los 'hijos de la Catedral'. Debería. Pero no debo. O será que no puedo.

Mirarle a la cara al Real Madrid a sabiendas de que si en el empeño el Athletic cae, y muere, no tendría un pasado intenso al que aferrarse así como se dice del que un saliente necesita y no encuentra ni el famoso clavo ardiendo al que agarrarse. Para que ello no ocurra, volvamos la vista atrás y reparemos en que, tras la exhibición en El Sadar, el cronista, ejerciendo de princesa, intentando reparar un 'siete' en la camiseta de 'Pitxitxi', se pinchó con el huso de su rueca sumiéndose de seguido en un sueño tan 'real' como el de la 'Bella Durmiente' aquella. Aurora era su nombre

Su compañero de San Mamés lo creía en Mancha Real poco antes de que el balón empezara a rodar en el estadio 'La Juventud'. Cambio de planes, le dijo. Era mi intención. Los imponderables, sin embargo. A qué te refieres. La historia es muy larga. Dejémoslo en que "a la gente no gusta que / uno tenga su propia fe".

La alegría de los hermanos Iñaki y Nico Williams en la Supercopa de Arabia Saudí (Foto: RFEF).

Tuvo que ser por DAZN. Pantalla modo horizontal de su teléfono móvil. La voz del jarrillero Jon Hernández, y la del sestaoarra Jaime Ugarte 'Mattioli, sobre todo, le permitían volar. Si Nico Williams, a un palmo del verde artificio, Kuitxi lo hacía por encima de Ubeda, Baeza... y Sabiote, el lado rojiblanco que cierra el triángulo mágico de Vandelvira.

Sobre Sierra Mágina, también, Mancha Real, una de sus puertas. Sobre Cazorla y Segura. Un universo de nubes blancas flotando en verdes mares. ¡Qué días aquellos, Oh, qué Navidades! "Recuerdos de un Parque de Jaén".

En Mancha Real me veía yo también, amigo Sergio. Disfrutando del partido. Enfundado en la camiseta que ella me regaló. Y tras leer que "Nico Williams regala un Gran Día de Reyes al Athletic", partir muy de mañana desde Cambil camino de Pico Mágina, máxima altura de este Parque a escala humana, techo de Jaén desde el que contemplar el milagro de más de 60 millones de olivos.

Yeray, autor de un gol en la semifinal, aplaude a la grada en la Supercopa de Arabia Saudí (Foto: RFEF).

Habría sido por el Athletic...

Haciendo historia a pesar, o tal vez por, de sus 124 años de edad. Había sido felicitado el 'Club Sing 1898'. Todo ello antes de que la final de Riad entre Real Madrid y Athletic fuera confirmada. Quién  lo iba a pensar. Toda esta gente que te lee por leer porque la final de la Supercopa es lo [único] que importa cuando el correo fue liberado de tanta morralla como la tuya.

"Era todavía Navidad", a su clavo ardiendo se agarra el cronista. No hay futuro sin un pasado que le sirva de puente al presente. No hubo crónica heterodoxa de Kuitxi  para contrarrestar la cordura periodística de Asís Martín. Ni la de Jaén ni la de Vitoria-Gasteiz ante 'el Glorioso'. Olía a "compras", mientras tanto, a "enhorabuenas y postales", "con votos de renovación". 'Canción de Navidad'.

Crónicas que te debería haber regalado, a ti, "que no tienes ninguna". Artículos que, a no mucho tardar, Miguel Suaña regalará a ese puñado de 'elegidos' que el destino escoja. Miguel Suaña, no olviden el nombre: un soplo de aire fresco en esta época de mascarillas que nos han robado el sabor de los labios, el olor de los besos.

Los jugadores del Athletic Club de Marcelino celebran el pase a la final de la Supercopa (Foto: RFEF).

Fue entonces que, al de dos días de que "Mendilibar enreda [ra] al Athletic en Mendizorrotza", Marcelino García Toral sintió la necesidad de confesar que "este Athletic que ya vuela hacia Riad es mejor equipo que aquel otro en el que yo aterrizara hace un año exactamente". Se llevó la Supercopa, sin embargo. Cuánto de Gaizka Garitano.

Cuánto de Marcelino. Cuánto de los jugadores. Cuánto del azar...

Un año después de su aterrizaje en Lezama, un vuelo Chárter despegaba de Loiu en busca del sueño del Sultán y Sherezade. La mejor versión del Athletic. El mejor 'relato' de Marcelino volvió 'neke' a Simeone hasta el punto de mandar al cuadro colchonero a la 'habitación del sueño'. Hay quien prefiere la versión del "martillazo certero del herrero de Careñes". Al Athletic le queda un segundo 'clavo' en su 'cargador'.

Marcelino observa a sus jugadores en la semifinal ganada en Riad ante el Atlético (Foto: Cordon Press).

De cara a la final arábiga, sobre cómo encarar al Real Madrid y salir vivo en el empeño, como de ganar se trata, un miembro de su 'staff' le ha sugerido a 'Marcus' García Toral que se olvide del 'concepto'. Que renuncie a sus principios. Que afee el partido hasta el extremo de convertir el King Fahd Stadium en un 'reguero de sesos'.

Privadas del pensamiento sus 'mentes privilegiadas', Carlo Ancellotti se convertiría en un Adán en pelotas. Sin hoja de parra, sabría de vergüenzas y miserias. Sin futbolistas para crear no hay paraíso. Será entonces la hora, dos más allí, dos menos aquí. ¡Saca el martillo; ajusta el clavo, Macelino! ¡Martillazo certero el tuyo!... "Que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son".

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