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La cabeza del Athletic estuvo donde tocaba

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Kuitxi Pérez

Yo ya lo he olvidado. ¿El qué? No me acuerdo. Marcelino y sus jugadores, también. ¿Qué es lo que el Athletic Club tenía que olvidar y ya lo ha hecho? Para qué preguntar cuando la respuesta no se espera. Tampoco este cronista abundará en el tema, en la cuestión, en un "concepto" que ni el míster de Careñes puso en el tapete blaugrana. El universo 'Athleticzale', consciente de que el partido de vuelta copero era el evento más importante de la temporada, había sido capaz de olvidar 'ese algo' liguero antes de que hubiera tenido lugar.

El trámite del Camp Nou, por cuestiones de reglamento, había que aceptarlo, que no 'asumir'. De ahí que, para no dar rienda suelta a un suceso creativo, ni siquiera de verde se vistieron los leones. Pantalones blancos cual bandera de la paz que agitan los hombres que se visten por los pies.

Gestos de Marcelino ante el Barça en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

Pasando de puntillas por un fuego raso. Por un suelo de cristales. Que pase el tiempo. Rápido. Porque este partido no es sino la repetición de un duelo que nunca tuvo lugar. Y sin embargo, a fuer de ser uno sincero, ¡qué mal olor de nariz me terminó dejando el choque!

Un aroma nauseabundo traspasó la pantalla del televisor para repartirse de manera equitativa por todos los espacios de la habitación de la casa de los sueños. Dormiré bien. Confiando en que los leones lo sean más que nunca en el infierno de Mestalla.

Iñaki Williams ante el Barça en el Camp Nou (Foto: LaLiga).

En él, 'Pedro Botero', heterónimo de un hombre que "campa a sus anchas", al que "habría de pararle los pies", aviva el fuego con el fuelle  que al mito le 'despistó' en la fragua de Vulcano.

José Manuel Monje, sirviéndose del altavoz que a su disposición pone 'Onda Vasca', ha tenido la valentía de airear lo que en LaLiga Santander entrenadores y futbolistas piensan por haberlo padecido en carne propia.

Oihan Sancet pelea ante Piqué en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

El estadio de Mestalla habitábamos desde que la ida de semifinales concluyera con un empate [1-1] sin que los goles, o su ausencia, importaran.

De ahí que el FC Barcelona no fuera 'dentista' que da miedo, ni 'consulta' ese 'Coliseo' en el que una afición poco sabida se regodea con las maneras de sus ídolos de circo. El mínimo riesgo fue lo que Marcelino asumió de salida a fin de que no hubiera bajas en su soldados de primera línea.

Aun así, mansos los leones porque no estaban para ruidos, Adama Traoré no 'cejó' en explotar su exagerada anatomía hasta terminar abriéndole la 'ceja' a Yeray Álvarez. "No fue por ese motivo el cambio", argumentó Marcelino en sala de prensa: "el cambio estaba previsto antes del inicio". No hubo bajas, por tanto. A Mestalla irá a por todo. Y lo hará con todo.

Marcelino y Balenziaga ante el Barça en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

También a sabiendas de su ¿colega de banquillo? Porque para afrontar un partido tan trascendental es requisito sine qua non dominar al detalle todo lo que bulle en la conciencia de José Bordalás. Sin ese conocimiento, no hay paraíso. O el arbitro aplica la 'ciega justicia', o habrá que buscarle las costillas al de Alacant para terminar siendo la horma de su zapato.

¿Se jugó un partido en el Camp Nou? No lo recuerdo...

Por tanto, que escriban pues la historia, su historia, los hombres y mujeres de una entidad que, creyéndose "más que un Club", permiten que se fiche 'de trueno' para que se suceda en el mismo invierno la 'llovida'. Coliseo. Circo. Pitan, desprecian, insultan a uno de los suyos para de seguido humillarse a sus pies cuando se desata en goles y asistencias. Anotó de lujo el segundo tanto para su gente. Corría el 72'.

Asier Villalibre y Piqué, en la derrota frente al Barça en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

Piqué acabó en el campo el partido ante el Athletic...

Un cuarto de hora más tarde, con el mismo bagaje en el luminoso, Gerard Piqué, al que Sancet había permitido que 'viajara' con sus manos asidas a su camiseta, se enganchó a la parte trasera de la locomotora en la que se había convertido Iñaki Williams.

"Tírate, tírate al suelo", le recomendaban los compañeros de Movistar. No lo hizo: "Que nobleza la de este hombre". De haberse precipitado al verde, "tarjeta amarilla para un Piqué que ya estaba amonestado".

Raúl García ante el Barça en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

¿Por qué el arbitro balear no le mostró la tarjeta amarilla al central blaugrana? ¿Porque, sabiendo que lo suyo era reiterativo, le invadió el pánico escénico de contemplar sesenta mil dedos pulgares hacia abajo?

Con Piqué templando su mala cabeza bajo la ducha, tal vez el equipo local no se habría ido hasta la goleada [4-0]. Pero como este hombre, mediático donde los haya, tenía 'patente de corzo' [con zeta, sí], el arbitro entendió que se trataba de una 'pantera' paseando a un 'ungulado' exhausto, ya con el pecho muy cargado y deshecho. 'Cuadra' se inhibió. Y al dejar la puerta abierta, de lo fétido del verde se aprovechó el poderoso, solo a su goce y medro atento.

Oier Zarraga dispara ante el Barça en el Camp Nou (Foto: Athletic Club).

"Tras la tachuela del Camp Nou, a pensar en Mestalla", titula Asís Martín la crónica del partido. ¿Qué partido? ¿Qué tachuela? ¿De qué estadio me hablas, compañero? Para el buen hacer de Mestalla, no hay terapia mejor que olvidar lo que nunca sucedió. Lo que jamás existió.

Tras la goleada a la Real Sociedad, Marcelino se encerró con los suyos en las 'Termas de Caracalla'. En sus placenteras aguas se recreaban mientras un 'duplicado' del Athletic, 'Sosias' llamado, ejercía de criado del general 'Anfitrión', ese FC Barcelona exagerado por el vil metal de este invierno de Febrero.

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