Dentro del paulatino cambio generacional que se está obrando en el seno de la primera plantilla del Athletic Club, la escuadra de Marcelino García Toral había echado mucho de menos en los últimos partidos el verdadero concurso de Unai Vencedor y Nico Williams, quienes habían padecido sendas lesiones musculares. Eso es ya historia, afortunadamente. Ambos jugadores tuvieron protagonismo ante el Levante UD. Uno como titular y el otro saliendo desde el banquillo.
En ese sentido hay que destacar la espectacular cabalgada del menor de los hermanos Williams en la jugada del tercer tanto vasco. Un contragolpe de libro que se iniciaba con un saque rápido y avispado con la mano del portero Unai Simón, seguía con la conducción del cohete navarro hasta el área granota y terminaba con el penalti cometido sobre Oier Zarraga. Una pena máxima que transformaba el de Algorta tras el generoso gesto de Alex Berenguer.
El joven futbolista del Athletic dejó una clara muestra de su fútbol vertical y de su explosividad en esa preciosa jugada que luego el getxotarra subía al marcador tras batir, con mucho aplomo en su aguantar antes del disparo, al guardameta catalán Dani Cárdenas.
Según mostraba una infografía de la televisión, Nico superó los 35 km/h en esa centelleante progresión por la hierba de La Catedral en la que desarboló en la transición a todo el sistema defensivo de los levantinos. Sin duda el suyo es un gran fichaje para esta recta final del campeonato en la que el Athletic se va a jugar la opción de colarse en los puestos europeos.
Y para completar la alegría familiar en casa de los Williams Arthuer, su hermano mayor, Iñaki, anotaba además el segundo tanto de la noche para los vizcaínos, quitando así el mar sabor de boca que le dejó el fallo en la Copa del Rey en Mestalla o la ocasión clara que tuvo en la primera parte del encuentro ante el Levante.