A finales de la temporada 2020-21, con Gaizka Garitano aún en el banquillo, se me pidió en ElDesmarque Bizkaia que escribiera un artículo sobre la figura de Mikel Vesga. Vilipendiado hasta el insulto, rebajado su fútbol a categorías menores por parte de un sector muy amplio de la masa social del Athletic, la pluma me urgía escribir un panegírico sobre el jugador de Vitoria-Gasteiz.
"El discreto encanto de Mikel Vesga" titulé. Retrocediendo un breve tramo en esa temporada, Vesga, escoltado por Vencedor, había liderado la medular en la goleada [4-0] que los leones le encajaron al Real Betis dirigido por un mal perdedor llamado Manuel Pellegrini. "Vencedor y Vesga cambian el fútbol del Athletic", se llegó a titular.
Vacunado contra la alegría y la tristeza tras la frustrante semifinal copera de Mestalla acudía a la Catedral. Que sea lo que tenga que ser. Y que salga la luna por 'Valencia'. Desde allí llegaba a San Mamés el farolillo rojo. Un Levante que, aún su asalto al 'Wanda', para el 20' de la primera mitad recibió la sonora desaprobación de la grada por su fútbol 'acaracolado'. Lento hasta la exasperación.
Enfrente, un Athletic de juego aseado, correcto, e incluso vistoso. De cara a la portería rival, la 'falta de pericia', ese mal que parece no tener cura. Con el 'punto de la Federación' se fueron los contendientes al vestuario. En el aire, sin embargo, como a la espera, la promesa de un partido que se tenía que ganar. Confianza, sobre todo, personalizada en la 'uve doble' del centro del campo; y la 'B' de un Alex Berenguer que estaba protagonizando el partido de su vida.
Con Unai Vencedor asumiendo el 'rol' de Dani García, en el medio, allá donde habita la virtud, la esbelta figura de Mikel Vesga.
Ejerciendo de sí mismo. Sin despistes. Sin entregar balones al contrario. Sin dejarse robar la pelota al modo de un niño al que de su mano abierta y extendida el ladrón le roba sus caramelos. Pedir. Ofrecerse. Controlar. Divisar desde su altura los compañeros propicios y los espacios a explotar. No es veloz. No desborda en carrera. Ni falta que hace.
Ya lo decía un entrenador de prestigio: "Que corra el balón, no el futbolista". Así lo entendió [¡por fin!] el 'Celedón' de la 'Popu'. Tan virtuoso en su quehacer que, por momentos, el tiempo retrocedía hasta aquella temporada [2014-2015] en la que, con Undabarrena a su lado, fue capaz de enamorar con su estilismo a este cronista.
Abriendo otras a fin de que se pudiera escuchar su "Oh" de admiración tan sentida. En noches como ésta, el destino le tenía preparada la guinda de su pastel. Abrir la lata que contenía una fresca 'macedonia de frutas'. Habiéndose sumado al ataque cual 'Goiko desatado', ese cabezazo sutil como respuesta al centro de lujo que le había regalado un Berenguer colosal.
Inaugurado el luminoso, Vesga siguió siendo faro que guiaba a un Athletic majestuoso. Su luz deifica iluminó un contrataque de libro. Vivian, de cabeza, asistió a Berenguer para que el navarro, tras breve galopada, filtrara un pase perfecto que Iñaki Williams, por fin, convirtió en gol evitando la salida de Cárdenas.
Berenguer, otra vez, involucrado en el penalti que Zarraga ejecutó de lujo. El [3-0] era la victoria perfecta que un De Frutos 'madurado' ensució con su almíbar inherente. Vencedor, Vesga, 'Verenguer'. La triple 'uve' que desmoronó al Levante. Intentar explicar el grandioso partido de Alex Berenguer sería "preguntar cerezas al cerezo". Sobre la maravilla de Mikel Vesga, recuperar lo que en su día fuera escrito...
"Le gusta asociarse. Sobre todo en las distancias cortas. Con un guante envuelve su pie zurdo. Su toque delicioso y certero. Su 'juego sencillo' dijo de él Marcelo Bielsa. Como la aguja de un compás que se clava en el 'centro del terreno'. Ábrese el artilugio. Girando mientras con la mina del lapicero traza la circunferencia perfecta de su fútbol".
No era fácil y el equipo se levantó ayudado por San Mamés. Un triunfo muy importante. Gracias jugadores, gracias afición. Nos quedan 11 partidos para competir y exigirnos al máximo. Seguimos peleando todos juntos #AthleticClub pic.twitter.com/MXmPi5n1oD
— Marcelino Garcia Toral (@Marcelino) March 8, 2022