La aprobación por parte de la Asamblea Extraordinaria del Athletic Club de poner en marcha una grada popular, de animación, joven o como se quiera llamar... en el fondo de San Mamés, sin duda es una gran noticia para el Club como institución. Esa "caja de resonancia del Sentimiento Athletic", que dijo en su momento el entrenador argentino Marcelo Bielsa, por fin se pone al día, en hora y se adecua a los tiempos que vivimos.
Casi dan ganas de brindar con champán. Ahora, que esto no se nos pase tampoco: qué duda cabe que todos los grandes proyectos dejan damnificados. La frase de que 'nunca llueve a gusto de todos' es perfectamente aplicable a aquellas personas que no querían moverse de esa grada.
Es cierto que ellos llevan mayor penitencia, pese a las generosas bonificaciones y a las opciones de cambio de zona y de asiento, pero vaya desde aquí mi respeto para esos/as socios/as que también sienten los colores como los demás y pagan su cuota. Son Familia Athletic.
El Athletic pelea como el salmón, a contracorriente y escapando de la boca de los osos que le quieren devorar. Que esta Grada sea un arma para seguir nadando orgullosos y con la cabeza firme
Dicho esto, sin ahondar en las 'goleadas' de las dos votaciones, creo que se ha dado un gran paso adelante por el bien común. Ya se ha hablado hasta la saciedad de la importancia de apoyar al equipo. Una escuadra que vive contracorriente, contraculturalmente en un mundo abrasado por el dinero y el éxito inmediato, y todo lo que sirva por rascar un punto más, por mantener viva la 'aldea gala' siempre debería ser agradecido.
Creo que no es momento de valorar ahora por qué se ha llegado esta situación, si se debió hacer en 2013, si hay culpables o no los hay, si esta es una grada de Aitor Elizegi o si hay cualquier tipo de sospecha sobre las bondades de los impulsos populares.
Mantengo que como, decía en sus tiempos Josu Urrutia, "eso hoy no toca". Tan solo celebrar, al menos en mi caso, que se ha dado un gran paso adelante para que el Athletic sea más fuerte y para que nuestros chavales puedan coger el relevo, como 'El Txopo' Iribar cogió esta misma semana el de la Korrika en Bilbao.
Tenemos unas cifras alarmantes de natalidad a nivel europeo. Y todos nos cansamos de repetir que la media del Socio del Athletic anda rondando los 50 años de edad.
Había que luchar contra eso y creo que en el palacio Euskalduna se ha puesto una primera piedra para que los jóvenes, aunque nada sea perfecto en esta vida y haya rebabas y pejigueras, vayan asomándose a La Catedral y empapándose de Historia. Con mayúsculas.