Errar de bulto no es signo de malvado, y no hacerlo tampoco es prueba de que acompañe la virtud. De los dos supuestos nos quedamos con el primero, el que viene a cuento porque nos conviene. Unai Simón Mendibil. Portero titular del Athletic Club y de la llamada 'Roja' que dirige el técnico asturiano Luis Enrique Martínez.
Comenzaré por decir que el arquero de Murgia es 'santo de mi devoción'. Y de la de Marcelino García Toral. Y de la de Luis Enrique. Nadie tira piedras al tejado de su propia portería. "Simón, tú eres la piedra sobre la que el técnico que te alinea construirá su once de gala".
La cita es apócrifa. Hay quien dice, sin embargo, que las palabras fueron pronunciadas por José Ángel Iribar, el 'Txopo' que soportó el travesaño de San Mamés durante 16 temporadas.
Se retrocede en el tiempo y al presente nos traemos de lo bueno casi todo, y de lo malo, poco, muy poco, pero, paradójicamente, errores de bulto clavados hasta en la retina de aquellos que lo admiran y defienden a capa y espada. "Lo tiene todo", musita Iribar mientras lo ve entrenando en Lezama. Un físico envidiable. Felina agilidad. Reflejos incontestables. Y un poderoso juego aéreo que libera de presión a sus compañeros a la hora de la estrategia.
Es él. Pero podría haber sido Alex Remiro. Loca pretemporada aquella en la que Berizzo llegó a contar hasta con cinco porteros.
La venta de Kepa Arrizabalaga. El feo que le hizo Remiro al 'territorio' de Iribar. La lesión de Herrerín. Del Elche CF se le trajo de urgencia para maravillar mientras Iago Herrerín se recuperaba. Paciencia. La tuvo. Hasta que Gaizka Garitano le dio la alternativa en su segundo ejercicio como técnico del Athletic Club.
Tan joven. Tan buen portero. Coleccionista de medallas y copas. Acciones colosales. Partidos de bandera. Qué acierto. Qué buen ojo. Nunca el pago de una cláusula sentó tan bien a las arcas de Ibaigane: "Kepa, a Londres; Unai, en Bilbao".
Título de una serie que ya va por su cuarta edición. Indiscutible para Garitano, Marcelino y Luis Enrique. El Athletic tiene al mejor. Y sin embargo, o quizás por ello, como si lupa fuera el cristal de la cámara que lo persigue, que lo vigila, que lo acosa cada vez que viste de corto nominado por Marcelino y Luis Enrique.
"Déjala, que va fuera", dicen que le dijo su compañero Unai Nuñez. La dejó ir, acompañando el vuelo del balón con ese gesto tan de Iribar de elevarse hasta tocar madera. Cuando comprobó que aquel inocente golpeo se había convertido en el gol del empate para la Real Sociedad, frunció el ceño y elevó la mirada al cielo, nada más.
La parroquia de la Catedral, en cambio, encendida. La prensa, inquisidora. Más que indignada, sorprendida de que un portero de la talla mundial de Unai Simón Mendibil fuera capaz de escenificar errores de tan grueso calado. Fue entonces que de la boca de Gaizka Garitano salió una respuesta capaz de convertirse en el apodo para los compañeros de la 'Popu'. ¿Unai Simón?... "¡El puto amo!".
El 20 de agosto, cuatro desde que debutara con el Athletic Club, en San Mamés, frente al Leganes [2-1], firmando una gran actuación. El mejor al gusto de San Mamés, y al parecer de Luis Enrique, su gran valedor en 'la Roja'. Tan joven. Tan maduro. Tan alto en el escalafón.
Y he aquí que al cronista se le requiere para que ejerza de su 'abogado defensor'. No encuentro culpa en este hombre... más allá de su temeraria osadía cuando maneja el balón con los pies. Esa manera de sacar jugada la pelota desde atrás.
Un pernicioso hábito que cogió fama con Quique Setien en el banquillo de la UD Las Palmas. Lo llevó al Villamarín el que fuera fino estilista junto a Manolo Sarabia en Las Gaunas. Se hizo viral ese 'poner de los nervios' al respetable.
Luis Enrique, en demasía, y Marcelino, en gran medida, le exigen a Unai Simón hasta el aprieto. Con la derecha. Con la zurda. Retando al destino. Jugando a la ruleta rusa.
En el 35', en Los Cármenes, apretó el gatillo. La bala contra el cuerpo de su compañero. Herido Dani García. Herido de muerte el Athletic. Vivo. Más vivo que nunca. Unai Simón Mendibil. Murgia. Desde allí partió mil veces el cronista para retar al viento que furioso sopla contra la cruz de Gorbeigane.
Hay porteros que caen bien, y otros que caen mal. ¿Las razones? Se me escapan...
Admirador de Lezama, defensor de la filosofia, me emociono cuando un cachorro debuta en el 1er equipo...però Unai, comete demasiados errores por el reconocimiento professional que tiene.
Tenemos un grandísimo portero, si es cierto que a veces peca de exceso de confianza y comete errores groseros como el de este pasado martes, eligió la peor opción para dar salida al balón. Son errores que se cometen por la edad, la veteranía te da aplomo. Les a pasado a todos los grandes . Athletic beti zurekin