Caprichos de la memoria, recuerdo con total nitidez que era sábado 14 de Mayo del 94. Habíamos jugado en Lezama por la mañana y tuvimos la suerte de ver pasear por allí a la primera plantilla del Athletic Club, que esa tarde se jugaba el volver a Europa después de 5 largos años de sequía continental.
El día prometía, pues no solo habíamos arrancado un inesperado empate contra el Athletic Cadete, sino que además tenía previsto acudir a San Mamés junto con un buen amigo. De camino a San Mamés bromeamos con la idea de invadir el campo si el Athletic se clasificaba para la UEFA, sabiendo que sería una reacción un tanto exagerada para semejante objetivo.
El Athletic del teutón Jupp Heynckes ganó 3-2 al Tenerife de Fernando Carlos Redondo, el 'Míster Propper' Dertyicia y Jorge Valdano, certificando así su clasificación para la UEFA. Para mi asombro, la afición del Athletic invadió el campo y celebró por todo lo alto aquella clasificación, convirtiendo en realidad aquellas ensoñaciones adolescentes.
Recordando aquella escena con algo más de perspectiva, ese momento, quizá, supuso la certificación de que el nivel de exigencia en el Athletic había bajado un par de puntos.
Terminada ya la temporada 2021/2022 ni tan siquiera tenemos una clasificación para Europa que celebrar, igualando así la peor racha en la historia del Club. Se nos va una temporada extraña, marcada aún por los últimos coletazos de la pandemia que nos hizo volver a San Mamés por fases y a golpe de sorteos.
Primera temporada completa del Athletic a las órdenes del equipo técnico capitaneado por Marcelino, que en LaLiga Santander ha tenido una buena fachada en términos generales pero que no ha acabado de dar ese salto de calidad que te engancha a los objetivos importantes.
Empezó la temporada el equipo mostrándose muy sólido como visitante y con bastante solvencia en San Mamés, sin embargo, se acabaron sufriendo gruesos tropiezos que han acabado condenando al equipo a la zona fría de la clasificación, haciendo la goma con los puestos europeos que se terminaron escapando, una vez más, en partidos tan decepcionantes como el del Celta de Vigo o el Granada.
La participación en Copa del Rey, por muchos motivos, será recordada durante años. Fueron noches de emociones fuertes que acabaron con la gran decepción final de Valencia. La eliminación de FC Barcelona y Real Madrid despejaban el camino y permitían hacernos soñar con que, por fin, el Athletic iba a volver a levantar una Copa tantos años después.
Una vez más, el destino nos despertó de ese sueño con un sonoro bofetón.
La Supercopa, por su parte, no se portó tan bien con el Athletic como sí lo hizo en su edición anterior. La victoria ante el Atlético de Madrid en semifinales a través de un par de chispazos en la recta final del partido, volvió a encender la esperanza en la afición rojiblanca, sin embargo, el Real Madrid fue un muro infranqueable que solo al final titubeó tímidamente ante el tardío empuje del Athletic.
Analizando las tres competiciones podríamos concluir que esta ha sido una temporada que nos ha dejado a las puertas de todo, en la que no se ha sabido rematar el buen trabajo del equipo técnico que ha hecho crecer al Athletic, haciendo un equipo más competitivo y con un mayor número de jugadores en condiciones de entrar en el once titular.
Hemos visto también muchas sombras, rendimientos irregulares, jugadores que no acaban de consolidar su puesto en la primera plantilla por muchas oportunidades que se les den y situaciones inverosímiles como la de Ander Capa.
Me sigue llamando poderosamente la atención que ante un problema de semejante magnitud nadie del club haya salido a la palestra para explicar con total transparencia el motivo de la no participación del lateral en toda la temporada.
Ante situaciones de este calado, algún portavoz autorizado del club debería contar toda la verdad y que cada uno saque sus propias conclusiones. El no informar adecuadamente genera una rumorología absolutamente perniciosa para el propio club, sus socios, sus aficionados y, por supuesto, para la directiva, plantilla y cuerpo técnico.
Visto lo visto durante sus menos de cuatro años de mandato, solamente pido que los nuevos candidatos (Barkala, Arechabaleta y Uriarte) sean capaces de solucionar uno de los mayores problemas, por no decir el mayor, que está sufriendo el Athletic Club y que no es otro que la división de su masa social.
Espero que los discursos que utilicen sean conciliadores, que no se hable de frentes, que no haya vencedores ni vencidos y que los socios seamos capaces de asumir que el ganador de las elecciones será el presidente de todos.
Y este nuevo presidente tendrá que tener como misión principal el dar solidez económica, cohesión social y ambición deportiva a un Club que, sin lugar a dudas, necesita volver a subir el nivel de exigencia que todos bajamos sin darnos cuenta aquella lejana tarde de mayo.
• Por Agustín Presmanes, socio del Athletic Club
Se acabó sufriendo tropezones. No "se acabaron" sufriendo. Saludos.