"Lo importante es seguir creando ocasiones", comentaba Marcelino García Toral de seguido al enésimo ejercicio de impotencia ante la portería rival. "Llegará el día en el que entrará todo lo que ahora se nos niega". Parecía un mensaje hueco, pero no. A domicilio, el Athletic Club ha comenzado LaLiga Santander como un tiro.
Ocho goles, cuatro por partido. Los que le niegan el 'pan de los elegidos' y la 'sal del 'juego' dirán: "Goleadas engañosas por haberse producido ante equipos 'de segunda' como son el Cádiz CF y el Elche CF . Hay gente que se empeña en no gozar, en ser infeliz, en no disfrutar de la gesta que supone ser Athletic y no morir en el intento de seguir siéndolo".
Como de viaje de estudios salió el profesor Ernesto con lo mejor de su clase. La Gadir fenicia. La Ilici que fue ibera y romana. El 'Nuevo Mirandilla' y el 'Martinez Valero' ya saben cómo se las gasta el Athletic cuando sale de excursión. Superado el 'trámite' gaditano, el Athletic se presentaba en el rectángulo de juego más grande de la Liga Santander. 108 X 70.
Grandes Espacios. "En un campo descomunal, donde nadie oye mi voz". "Lucha de gigantes". Antonio Vega. A Francisco se le fue la olla queriendo espolear a su gente con una canción demoledora. La inmensidad del verde. Un rectángulo que le quita puntos. Los mismos que se llevan de recuerdo a casa los opositores.
Desde el inicio, los ilicitanos, carne de cañón, niños acaramelados propicios para el robo. Partían de ningún lugar para terminar llegando a un sitio inexistente. O sea, perdidos. Extrañando de manera exagerada su propia casa. El Athletic, olvidando que enfrente tenía un rival, se dedicó a buscar la portería del 'pequeño' Badía con alevosía.
Ir, llegar, hacer daño. Si algo desconoce este equipo, o no le conviene porque no domina la materia, es 'permanecer'. "Vertical". Elogio de Francisco antes del choque. "Conozco perfectamente al Athletic". Conocer no es signo de avispado, y no conocer tampoco es prueba de que no acompañe la virtud. Fue así que, a las primeras de cambio, el Athletic se dedicó a machacar a un Elche atolondrado cual implacable obrero que a un féretro de bronce clavetea.
Berenguer dio un cursillo acelerado de clase, estilismo e instinto letal. Sancet, desde los once metros, dejó en evidencia al 'Club de los lanzadores muertos'. Nico Williams, ese futbolista que desafió a La Florida con gestos de niñato, está muy cerca de convertirse en 'jugador del Athletic' Club': ¡Soberbio gol el suyo que denota atrevimiento, clase y calidad!
De haberlo intentado 'de verdad', los leones se habrían ido hasta una goleada de escándalo. El Elche intentó lo suyo en el segundo acto y su empeño sólo le dio para un triste gol propiciado por una grave pérdida de Dani Vivian. Demasiados espacios para tan pobre equipo.
Los de Valverde, en cambio, como si el Martínez Valero fuera su hábitat natural, su zona de confort, el 'sitio de su recreo'. Tras los últimos ocho goles a domicilio, Marcelo Bielsa, al otro lado de la pantalla, musitaba: "Vaya, parece que 'mis ricos prematuros' recuperaron la pericia".
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Cuando pierdes porque vaya banda , y cuando ganas porque a menuda banda le has ganado. Reconocer lo que estamos haciendo y seguir apoyando a nuestro Athletic que es un caso único en el mundo. Aupa Athletic!!!
Pues sí. Poco a poco.
Pura pomposidad! Vayamos paso a paso;partido a partido! Sobretodo no perder puntos en casa y fuera, sacar lo que se pueda!