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La primera Copa que bebo contigo

Vuelo de Julen Agirrezabala en la Copa ante el Alzira (Foto: Athletic Club).
Kuitxi Pérez

Crónica. Género periodístico en el que el 'escriba' tiene licencia para narrar de manera subjetiva unos hechos objetivos. Es más, podría perderse por los 'Cerros de Úbeda' y regresar para estampar su firma bajo la última línea de su trabajo. Tantas opiniones como personas metidas en el ajo del arte que supone perder la conciencia sin tener que dar explicaciones a nadie. La mentira. Tan solo ella estaría penada en el tribunal de 'Ciencias de la Información'.

Se estrenaban los 'plumillas' en la emoción de la 'Copa del Rey', esa competición que en el mundo 'Athleticzale despierta las 'pasiones más bajas' por aquello de ese olor a hierba en el escenario más recóndito de todos esos clubes de fútbol amparados por la FEF. Partido único en el feudo de un 'equipo trampa'. Baluarte tras el cual se esconde un rival del que nada se sabe y todo se espera.

La Peña Gainza de Minglanilla animó al Athletic Club en la Copa en Alzira.

Van los 'grandes' avisados. Valverde y ese su 'club de referencia' que cayó como que no quiere la cosa en Calella, Torrelavega, Formentera y pare usted de contar porque no habría sitio ni lugar en el que escribir tanta 'Crónica de una eliminación anunciada'.

Escuchando el sorteo, dos equipos emparejados al modo del número y la cantidad que cantan las criaturas de San Ildefonso. Cuando en Alzira se hicieron cargo del Athletic Club, todo fue una alegría profunda porque para aquellas buenas gentes valencianas, los 'leones' habrían de ser el 'Gordo' aleonado a enfrentar con sus 'tigres', tan queridos ellos.

El 2 de junio de 2013, el Portu fue apeado del play off de ascenso a Segunda B en su primera eliminatoria. Este cronista estuvo allí, insertado su liviano cuerpo en el espesor de la tribuna principal del estadio Luis Suñer Picó. A mi lado, la crónica escrita recogiendo en su portada la entrada que alertaba de los 90 años de vida de este club.

Yuri Berchiche se dispone a centrar el esférico al área de la UD Alzira en Copa (Foto: Athletic Club).

Tomando en cuenta que uno es del Portu por nacimiento y del Athletic por contagio a las primeras de cambio, entendía que los de Valverde regresaban al lugar del crimen para vengar aquella derrota que mereció que se titulara "A veces lloramos sangre". La sangre de Urko Macías e Higuera derramada a borbotones en choque brutal a las primeras de cambio.

"Los periódicos de mañana" tomaban forma de manera tan subjetiva que uno entiende que faltaban a la verdad. O que, al menos, la deformaban con tanta exageración que, diríase, el Alzira y el Athletic se hubieran conchabado para deformar el fútbol hasta una medida que cupiera en el 'Museo de los horrores'.

Como periodista que cronifica al Athletic, pido la paz en contra de la guerra de los bolígrafos, y la palabra para defender con mi ardorosa justicia al Alzira y al Athletic, rivales entrañables que le dedicaron al fútbol lo mejor que sus futbolistas poseían a partir de las nueve de la noche. Un Alzira sometido por el Athletic ya de inicio. Un Athletic engalanado porque 'Txingurri' bajó a Valencia escarmentado.

El central Iñigo Martínez fue titular en la Copa ante el Alzira (Foto: Athletic Club).

De la posesión hizo bandera. De lo incisivo, su estandarte. Cotejados el físico y el talento, el Athletic, jaun ta jabe, esgrimiendo su cetro bajo la luna de Valencia.

Yuri, Herrera, Nico Williams, trio que encontró cuarteto en un Alex Berenguer que se dedicó a bailar con la pelota en los pies. A modo de Houdini, la escenificación más clara del 'escapismo'. Evitar el fuera de juego con su paciencia infinita. Citado a solas con Lluis Andreu, un portero soberbio al que evitó con sutileza.

Ese mismo guardameta que pugnó en hazañas con Julen Agirrezabala a fin de ser él, y no el zurdo y guapo [como dice Patxi Salinas de Hugo Rincón: "y encima es guapo" el lateral que puso lo suyo para levantar la ciudad en ruinas que en esencia era el Bilbao Athletic de Imanol de la Sota] arquero cuyo aliento siente en su nuca Unai Simón. Lucha de gigantes que se miran y admiran en un partido de juego sobrio aliñado con intervenciones colosales.

Vuelo del guardameta Julen Agirrezabala en la Copa del rey ante el Alzira (Foto: Athletic Club).

Así es el fútbol. Así es la copa. Montaña rusa. El corazón, amagando salir por las bocas de tantos.

Al menos de esos, como yo, que brindan por este fútbol regalado en noches como éstas, ésas, aquellas se dirá cuando el tiempo corra o se dilate por mor de tanta emoción contenida. Cuando en el segundo acto el Athletic flojeó, o el Alzira se vino arriba porque era lo que tocaba, cobró realidad lo de que "no hay enemigo pequeño", ni agua se le ha de dar. Olvidadizo de sus penurias en la Segunda División RFEF, los 'tigres' se dedicaron a probar hasta dónde podría llegar la valía del portero del Athletic.

Sin límite, o infinita, que no es lo mismo pero es igual. Crecido por el poderío del Alzira, los que creen que Agirrezabala "es el puto amo", y no Simón, como sentenció en su día Garitano, inundaron las calles en su honor. Y para festejar el pase del Athletic a costa de un Alzira que, como Club, había dignificado el fútbol desde ese instante en el que el Athletic se convirtió en la promesa de su divina presencia.

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista

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