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El Athletic promete un 2023 con emociones fuertes

Aitor Elizegi

El Athletic Club echa el telón a la primera etapa de una temporada novedosa. Tras catorce jornadas de LaLiga Santander y la aseada noche de Copa del Rey en Alzira, los campeonatos domésticos recogen los bártulos para dirigir su mirada al mundial catarí, habrá tiempo de valorar está estructura de desarrollo competitivo alterno y sus efectos en las plantillas cuando finalicen los diferentes torneos a mediados de junio del 2023, quedan muchas horas de balompié por delante.

El parón nos permite recoger apuntes y hacer balance, no hay duda que el camino emprendido por la tropa dirigida por Valverde nos deja magníficas sensaciones y un puñado importante de buenas noticias. Los pesimistas que aparecen cada punto no logrado y nos hablan del final de una época tendrán que descansar unas semanas.

Ernesto Valverde, en un entrenamiento en Lezama (Foto: Athletic Club).

Dentro de cuarenta días Copa y Liga reanudarán sus calendarios y cualquier aficionado rojiblanco tiene buenas vibraciones con la proyección de esta plantilla en ambos frentes.

El nuevo técnico, un tipo inteligente, conocedor cómo nadie del aire que se respira en Lezama y apoyado en las dinámicas positivas de la anterior temporada ha pedido un paso al frente a sus jugadores.

Además ha sabido reaccionar e intervenir las veces que el equipo elegido no ha conseguido los objetivos marcados y después de estos quince partidos oficiales, independientemente de opiniones particulares, podemos aseverar que las alternativas que maneja Txingurri para configurar sus planteamientos sobre el tablero son de un perfil competitivo contrastado y están dado resultado, los números son elocuentes.

Gorka Guruzeta y su compañeros en Lezama (Foto: Athletic Club).

Línea a línea podemos extraer buenas conclusiones en el Athletic...

En la retaguardia el equipo lleva años de crecimiento con la portería magníficamente resguardada garantizando coberturas a la primera línea de cuatro, que superado el debate Capa ofrece una lista de centrales y laterales muy solvente. Por supuesto que esto es fútbol y todos tenemos opinión, pero para mi es una sorpresa tener a Vivían, Yeray e Ińigo viendo el mundial por televisión, algún compañero en Catar le va a echar de menos.

Por dentro la lista de mediocampistas sigue ocupando posiciones de más riesgo en la creación, la cintura y flexibilidad del triángulo ernestiano puede seguir creciendo, mientras tanto Vesga parece el de la última Copa, cuando la bombilla de Sancet se enciende unos minutos los rivales quedan cegados.

Muniain conoce bien la temporada y volverá a crear parábolas de caramelo como la última a Vivían, Dani García no ha fallado cuando se le ha llamado, Vencedor y Zarraga, pueden y deben disputar minutos a Raúl García, una garantía en cualquier puesto adelantado y a un Herrera, cuyo descanso le permitirá añadir ritmo a una calidad indiscutible.

Iñigo Lekue en el entrenamiento de Lezama (Foto: Athletic Club).

Como el debate estaba en la zona de ejecución, donde se toman las últimas decisiones se ha pedido al equipo un esfuerzo colectivo para presionar en altura mas minutos y recuperar balones donde asusta atacando el área rival con más intensidad. Hay pólvora en el vestuario, alinear a los hermanos Williams al volante de cada carril es un lujo que hoy en día solo nos podemos permitir en el Athletic.

Berenguer no se conforma y pedirá su trozo de banda, es feliz cuando se acerca a zona de gol. Guruzeta ha guardado lo mejor de su paso por Zornotza, ya conoce el frío de la distancia a Lezama y nos trae recuerdos de otros nueves rojiblancos, no olvidemos que borda la suerte del remate con la testa, también llegarán, los aficionados cruzamos los dedos.

Los rojiblancos arrancan “la clausura“ del torneo fuera de casa en el Villamarín (nos falta el rival de Copa en Diciembre), no lo olvidemos igualados a puntos con un Real Betis bien dirigido, restan veinticuatro duelos ligueros por delante.

Banquillo y vestuario se muestran preparados para afrontar el nuevo año desde la ventaja competitiva que garantiza el búnker de La Catedral.

Raúl García en un entrenamiento en Lezama (Foto: Athletic Club).

El Athletic suma a sus provisiones haber recuperado un refugio, las cuentas empiezan a salir en San Mamés, la aplicación de la vieja media inglesa desde la fortaleza y la eficacia como locales puede traer magníficas noticias a la clasificación, ojalá nos falte por vivir todavía alguna noche de Copa.

Por otra parte el Club respira aire fresco y está centrado, en esta ocasión el tránsito electoral se ha superado con nota.

La entidad de Ibaigane no se divide ni pierde energías en eternos debates sobre interpretaciones estatutarias o sobre la necesidad de rejuvenecer y popularizar una grada de animación. Los objetivos coinciden y se han interiorizado en todas las estructuras: modernización de procesos y generación de recursos económicos que nos permitan secuenciar, consolidar y sobre todo mantener el talento que surge y es formado en la incubadora de Lezama.

Control de Nico Williams en el entrenamiento de Lezama (Foto: Athletic Club).

Competir a este nivel con futbolistas perfilados en un entorno local, en un año con cónclave Mundial, con debates sobre la mesa de la magnitud de la Superliga, las palancas financieras del modelo FC Barcelona o la irrupción de fondos como CVC en la LaLiga es un mensaje para todo el deporte profesional del planeta.

Cómo visitante este equipo puede y sabe dividir los partidos, cada batalla futbolística en casa vuelve a ser una fiesta, no está mal para una economía de guerra.

El 2023 promete ser emocionante, nos merecemos celebrar haber llegado juntos desde un modelo social y deportivo que no solo continúa vigente, además es capaz de mantener la ilusión y competir después de 125 años de historia.

• Por Aitor Elizegi, expresidente del Athletic Club

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