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La ansiada foto que Aitor Elizegi rehusó hacerse con Leo Messi

Aitor Elizegi

Leo Messi lleva una vida jugando al 120%, no hay tregua. Un niño que mamaba cuero y patadas al aire, las veía llegar antes que el biberón. Probablemente mal asesorado y peor dirigido desde los palcos de Camp Nou, la abundancia adormece el ingenio y las directivas se han jugado durante años todo a una carta, la suya. Se ha quedado huérfano de padre y madre, se han retirado Puyol y Xabi. Ronaldinho ya no está para llevarle a hombros.

Se ha cansado de la competencia artificial con «CR4», el fútbol estatal saldrá mal parado de estas ligas adulteradas de 100 puntos y 100 goles, en una burbuja absurda que habrá que absorber y diluir para recuperar de nuevo el balompié basado en un deporte de equipo, líneas juntas, con una línea de cuatro sólida y un grupo de buenos peloteros trabajadores, solidarios sin balón.

Cristiano Ronaldo y Leo Messi, durante el Mundial de Qatar 2022.

La comparación con el jugador franquicia del Real Madrid no se soporta, el Portugués, admirable decathleta, juega un fútbol de músculo roto, velocista de la pelota. En realidad estos dos deportistas comparten balones de oro por qué no saben que más darle al «pequeño» y por no cerrar el circo antes de tiempo.

El único galáctico de verdad, a pecho descubierto sin traje espacial práctica un deporte sin gravedad, aún por registrar y datar. ( Maradona le enseñó el camino pero se quedaba sin aire a partir de las atmósferas donde no llega el oxígeno, Diego no quiso ser Dios).

Creo que lo dijo Pep, seguro que no ha sido Mou, igual he sido yo: »Messi respira sobre el césped y se ahoga entre despachos«. Nadie le dijo que los enemigos llegan solos no hace falta buscarlos.

Leo Messi sorprende levantando la Copa Mundial con una bata negra.

El de Rosario da asistencias en chancletas, es feliz entre contrarios, el uno contra uno es siempre 10, la línea de banda es su cuerda floja y muchas veces el comienzo de la jugada de gol. De la suerte suprema ha hecho un recurso de patio y columpio, Colacao con con galletas, colección de cromos de obras de arte repetidas, la red parece el área grande para este tipo de 1,60 m.

No es un jugador de dibujos animados, es un chaval que la lleva pegada al pie usando gafas de «realidad virtual». Su finta en carrera la diseñó Apple, su pase al espacio se estudia en la NASA .

Leo Messi celebra el triunfo de Argentina en el Mundial (Foto: Cordon Press).

Le duele a Argentina tanta selección, tan poco entrenada. Un par de copas grandes se han fugado especulando con el balón y el reloj, solo ante al peligro, justo la parte del fútbol que Leo no comprende.

Ya siente que se apaga la Luz, han sido muchas vueltas al planeta, muchos viajes a Marte, la chispa se mantiene pero hay demasiados intereses que dependen de la misma batería.

Salud Pibe, mucha salud!!

José Ángel Iribar y Aitor Elizegi ante la Residencia de Lezama (Foto: Athletic Club).

Anexo 2022:

En el 2016 el diez argentino sentía el final de un ciclo en su Club y en su selección, rodeado de problemas valoró dejar el FC Barcelona y la Selección, el resto de la historia se ha cerrado en Doha este domingo.

Hace unos meses la selección Argentina entrenaba en las instalaciones de Lezama dentro de su preparación para una Finalissima que había inventado la FIFA, en realidad estaban sembrando bases para el Mundial.

Un grupo de miembros del Athletic Club, con Marcelino a la cabeza habíamos decidido observar con calma el entrenamiento, aquella tarde a puerta cerrada, una oportunidad única.

Le pregunté a Marce que observaba, una valoración durante unos ejercicios de posesión en espacios reducidos: »Presi, son muy buenos, hay mucha calidad, escucha como suena la pelota».

Leo Messi gesticula ante Iker Muniain (Foto: Athletic Club).

Al terminar el trabajo un grupo numeroso nos acercamos a la banda, había camisetas que firmar y alguna instantánea que reclamar. Scaloni, Aimar, Ayala … se acercó Leo Messi a saludar, cualquier testigo solo puede decir que estuvieron encantadores, amables, dispuestos a departir y atender a cada foto solicitada, detalle de hombres de fútbol.

No, no tuve fuerzas para hacerme la foto con Messi. Comenté con un compañero que sin dejar de admirar su carrera suponía para mi recuperar los peores recuerdos de cada derrota vivida en la Copa.

Me oyó y se giró con una sonrisa de pillo. Felicidades Lionel, ese mazo de oro es justo y merecido, premio a una carrera brillante, solo espero no volver a cruzarnos en una Copa del Rey.

• Por Aitor Elizegi, expresidente del Athletic Club

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  1. Antzoka

    Para el que escribe los pies de foto y embarra la crónica. Lo que lleva Messi al levantar la Copa no es una bata negra que sorprende sino una prenda ceremonial catarí, que el jeque que estaba allí, el amo, se la regaló para el acto y lo dorado que se aprecia está tejido en oro puro. Nosotros ponemos txapelas bordadas con hilo común, pero el hecho es el mismo, como el laurel romano, y a nosotros precisamente no nos tendría que sorprender. Ni a nadie que se preocupe mínimamente en informarse para informar. Besterik ez.