Se sabía que la 'Heladería Jijonenca y Turrones Sirvent' había cerrado luego de la Navidad. Pero como en todo comercio de 'temporada', quedan siempre remesas sin vender. El Athletic Club aprovechó los dieciseisavos de Copa del Rey para bajar a Alicante y comprar turrón denominación de origen 'Xixona'. Darle un gusto al paladar luego del tremendo partido de Heliópolis y de ese otro que estaba por jugarse en el coqueto 'Nuevo Pepico Amat'.
La confianza era absoluta por parte de un Ernesto Valverde al que las cuestiones de LaLiga Santander le vienen rodadas. Y qué decir de su fe en el torneo del K0, absoluta, ni una duda de que sería capaz de que la Sierra de Cámara viniera hasta él, concentrado con los suyos, no era cuestión de partir hacia ella a pesar de esa atractiva ruta entre arte rupestre y restos fenicios. Elda. Deportivo Eldense. Virtualmente, un equipo de LaLiga SmartBank al comandar su grupo en la Primera Federación. Broma gutxi, beraz.
Un homenaje al fútbol de verdad. Ese que mezcla categorías para que, partido único en campo del más 'débil', la pugna se iguale y el fútbol resulte ganador más allá del resultado. Ernesto lo sabía. Venía el Athletic de sudar barro en Alzira y Sestao. O sea que, ante el Eldense, el equipo más destacado de los tres, había que salir con todo y a por todo.
Tras aquellas reticencias que me provocaba su vuelta a "mi equipo de referencia", confieso que 'Txingurri' me está ganando para su causa.
Ni un pero a su propuesta. Y sí, un "Goazen, Athletic, goazen!", cuando veo al equipo evolucionar en partidos como el que se libró en el 'Nuevo Pepico Amat'. La perfección no existe. Y de existir, se parecería un 'puñao' a lo que a partir de las nueve, noche de Reyes, protagonizaron Eldense y Athletic.
Me impresionó el ritmo, la velocidad, la intensidad, y, lo que le otorga virtud, la forma tan valiente de entender el fútbol por parte de Fernando Estévez. Buen trato de balón. En corto, en largo, asociándose de manera grupal o haciéndolo por parejas. Sobre un verde 'sesgado' por el 'cortador de césped', la pelota corría cual pastilla sobre el hielo de una pista donde se disputa jockey.
El Eldense, vertiginoso en todas las aspectos y acepciones del juego, estaba tuteando a todo un Athletic, un Club que es religión en el territorio histórico de Alacant. El Athletic se fajó, valiente y ordenado, como el que le aguanta el pulso al que le reta, como equipo de soka-tira que se enraíza en la tierra aguantando todos los tirones.
Parejos en lo físico, los de Valverde se movían con paciencia a la espera de que su superioridad técnica surgiera envuelta en el vaho que los futbolistas expiraban en la fría noche de una ciudad donde la Cabalgata de Reyes es una 'experiencia religiosa'. Ella había forzado el retraso del partido. Cuando se abrieron las puertas para recibir al primer gol del partido, entendí que, a la hora de escribir la 'contra', lo abstracto no tenía hueco, ni la metáfora; tampoco, por tanto, la alegoría. "Yo no invento", dijo el literato, "solo miro por detrás de lo que existe".
Consumada la goleada, era el momento de hacer justicia y rendir pleitesía a los futbolistas que como héroes se batieron el cobre en la 'edad de los metales pesados'. Estuvo a punto de adelantarse el Eldense, y sin embargo...
'Rulo', que se maneja de cine entre la gente dura. Su centro al área con la pierna zurda era una invitación al gol que falló Berenguer. Error, sí, pero disparo que alcanzó al portero en su pecho, la boca del estomago, el vientre. Herido de muerte estaba cuando Nico Williams le dio el tiro de gracia, o la puntilla, va de corrida el partido, 'Coso' hasta la bandera, 'Pajarero' y 'Carnicer', no me digan que no pasarían por nombre de toros en una plaza de Ferias.
Y por Minotauro este segundo. Feroz, implacable, capaz de convertir el 'Pepico Amat' en el Laberinto de Creta. Ahí está, ahí lo tienen. A falta de doncellas que devorar, y el descuido de Teseo, repara en la insultante juventud de Nico Williams. Se lanza, conformando tijeras con sus piernas. Otra vez la Fortuna entrando en escena.
Si en el Villamarín fue Muniain el que resultó ileso, en este Pepico Amat la suerte se alió con el 'cohete de ébano', que diría mi compañero Asis Martin. Pena, lastima, y hasta una tristeza infinita se me olvidó sentir por tan grave lesión como la que jamás ocurriría en este partido que empezaría a vibrar a partir del segundo tanto que habría de darle paso a una severa goleada.
Hay quien habla de "resultado injusto" e "inmerecida goleada". Y yo les remito a un lugar sin sitio. A una 'nube' en la que todas las cosas que se nos fueron encuentran cobijo. Allí me pueden encontrar, rodeado de las causas que en la Tierra son 'pérdidas'. A solas. Sin testigos que nos acobarden en el momento supremo de verter las verdades que creemos verdaderas. Donde sobra la abstracción, las metáforas y la alegoría.
Me encantó Berenguer, por su fútbol fascinante y su pareja de goles. Me enamoró Iker Muniain, por su querencia al esférico, sus recortes, sus servicios y su delicada manera de golear. Nico, Zarraga, en fin, Daniel Vivian, el verdadero central, el 'tapado'.
Y aunque tras varapalo tan contundente sufrido, me sedujo el Club Deportivo Eldense, que no dio su brazo a torcer ni tras el pitido final de Alberola Rojas, un hombre que, luego de conocer el infierno de Dante, había abandonado el inframundo para llegar a tiempo y juzgar con benevolencia a los futbolistas de buen corazón que dignificaron el fútbol sobre el verde del Pepico Amat en una noche de Reyes endulzada con 'turrón de Elda' y regada con un espumoso de uva libre de alcohol. No pares, Athletic, sigue, sigue...
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Este fin de semana pasada también perdieron los del Madrid🤔 será por el césped?,pregunto,ahí,Ancelotti te queda esta temporada,tiempo al tiempo.
Ellos sacan el segundo equipo, que estaría entre los 5 primeros en la liga.Lo de Ancelotti, lo dice, porque no vale decir que no se podía jugar en el campo, así está el fútbol hoy en día, no se puede jugar más que una alfombra, sino no vale. Decir el Madrid que no jugaron porque el campo estaba impracticable es una excusa de entrenadores baratos. O no se acuerda el, que en su tiempo ha tenido que jugar en campos peores, de los que hay, hoy en día. Excusas baratas al mal juego. Cuando juegas mal, no hay que poner excusas, sino montarles una bronca de cuidado a tu equipo, que tienes los mejores jugadores que puede haber, que ganan muchísimo más por ello. No me vengas con excusas, que no tienen ni por dónde agarrarlas. Antonia creo que eso quería decir el periodista.
Parejos en lo físico. De qué hablas? Te dirijes a Ancelotti? Porque perdona, no entiendo el titular de la noticia. Ellos sacan siempre el segundo equipo y así les va siempre. Nosotros somos el Athletic siempre!! Por favor, no nos rebajemos.