Del taller de orfebrería de porteros de Lezama tenía que haber salido el guardameta del CA Osasuna Aitor Fernández, que fue un muro infranqueable para los Leones de Ernesto Valverde en San Mamés dejando su meta a cero y al Athletic Club fuera de las plazas europeas. Formado en las categorías de infantil, cadete y juvenil llegaría a disputar 30 partidos con el Bilbao Athletic antes de partir como cedido al Barakaldo y luego irse ya al Villarreal CF.
El meta de Mondragon, de 31 años, hizo la parada clave para los rojillos a un disparo a bocajarro de Gorka Guruzeta bastante antes de que Unai Simón tuviese que salvar el punto a su vez, en la recta final del encuentro, para los bilbaínos echándose felinamente a los pies de Manu.
Aitor Fernández Abarisketa ha sido un habitual en las categorías inferiores de la selección española, con la que fue subcampeón de Europa sub 19 en 2010 y llegó a disputar el Mundial sub 20 de Colombia 2011
El meta guipuzcoano, famoso por su presidencia en una mesa electoral, cree que ha sido la labor en defensa, que "ha rozado la perfección", la causante de que su equipo haya puntuado este lunes en San Mamés, donde el partido ha acabado sin goles.
"Sabemos que el Athletic en las transiciones es temible, que si quieres puntuar aquí tienes que rozar la perfección en defensa y así ha sido", se ha congratulado el meta criado en Lezama a los micrófonos de Movistar LaLiga.
"Con balón teníamos que haber jugado un poco más, pero ha tocado así. Ha sido un punto muy trabajado, queríamos quitarnos el mal sabor de boca del partido de la Real y creo que nos lo hemos quitado", dijo, valorando el partido de Osasuna en Bilbao.
Aitor, no obstante, lamentó no haber podido aprovechar la gran ocasión que tuvo su equipo en el minuto 89, una acción en la que Unai Simón se echó encima de dos delanteros osasunistas.
"Ha sido una pena, aunque tampoco seria justo que ganáramos. Pero el fútbol es caprichoso y a veces pasa. Una lástima", comentó, esperando que el 0-0 de hoy suponga "un punto de inflexión" para su equipo. "Es para estar orgulloso", resumió el valor del empate sin goles en San Mamés.