Hay que ser muy forofo del Athletic Club, o ponerle muchas velas a la Amatxu de Begoña, para pensar que el Bilbao Athletic 2022-23 puede corregir su rumbo en lo que queda de temporada. 19 partidos por delante en la terriblemente difícil Primera Federación para la escuadra que marca la proa de la cantera rojiblanca tras una primera vuelta que ha sido un verdadero suplicio. Al fondo, el abismo del descenso. Nunca ha militado en la cuarta categoría del fútbol español en toda su historia y va en cohete hacia esa oscura sima.
Todo empezó en el proceso electoral con el ninguneo de todas las candidaturas a la figura de Patxi Salinas, salvador con Joseba Núñez y algunos refuerzos del Basconia del anterior proyecto, que decidió coger la puerta y marcharse al Portugalete, Club en el que luego, sorprendentemente, también decidió volver a hacer las maletas antes de tiempo.
La llegada del maestro Bingen Arostegi no consiguió darle un rumbo ganador a una plantilla jovencísima y acabo dejando el bermeano su cargo a escasamente dos puntos del descenso. La inesperada e histórica llegada de un catalán, sin experiencia, ni en el fútbol de Euskadi ni en la categoría, como Alex Pallarés, de momento va incluso por peor camino. Mucho peor.
Cuarta derrota consecutiva, con cero goles, y doce partidos sin ganar. Los cachorros acaban la primera vuelta a diez puntos de la salvación
Al ecuador de la campaña los Cachorros están ya a 10 puntos de la salvación tras acumular hasta 12 jornadas consecutivas sin ganar y, recuerden los lectores de ElDesmarque Bizkaia, que en esta categoría bajan nada menos que cinco equipos de los 20 que compiten. Y las credenciales del equipo menos goleador y el más goleado del Grupo II para irse a pique son, para qué ocultarlo, todas.
No se sabe si la directiva de Jon Uriarte o las personas encargadas de llevar el proyecto deportivo (Xabier Álvarez, Mikel González, Sergio Navarro) van a volver a jugársela con un nuevo timonel, más allá de que se anda buscando reforzar el equipo con la incorporación de nombres, como Quicala Bari, que ya está en Lezama, del joven central del Mutilvera Asier Pérez o el del delantero guipuzcoano, cedido por el Eibar al Amorebieta, Izeta.
Pero lo que salta a la vista, más allá de que el técnico quiere hablarnos de que "los chicos están aprendiendo mucho", es que ni se está compitiendo con acierto, el equipo sufre horrores atrás y es incapaz de marcar en la portería rival, sino que además, los síntomas de estancamiento de futuros leones, como Luis Bilbao, Gerenabarrena, Malcom Adu Ares o Hugo Rincón, horrorizan a los que ven habitualmente los partidos del primer filial. Vaya panorama.