"Pese al acoso del Celta, el Athletic Club está cerrando muy bien los espacios. Se empieza a frustrar el cuadro vigués". Opinión como ésta fue vertida en una página del Real Club Celta de Vigo en el 69'. Dos minutos más tarde, ¡¡¡Es goooool!!! Marca Iago Aspas // Minuto 71... ¡No perdona Iago Aspas! Le ganó la posición a Vivian y se plantó ante Unai Simón, que trató de tapar, pero no pudo.
Genial definición con la derecha del 'Príncipe de las Bateas' y medio gol el pase de De la Torre// Min. 71". Fatídico minuto que se repite como si se tratara de hurgar en la grave herida que habría de costarle la vida del partido al Athletic. Se escribe cuándo, cómo y quién, pero se evita el por qué.
Si supiéramos cómo suceden realmente las cosas en el mundo del fútbol, aprenderíamos a dar más importancia a las menudencias.
Tenemos frágil la memoria, somos olvidadizos; se nos va fácilmente la cabeza, o será que quizás no nos fijamos. Así las cosas, del mismo modo que una mota de polvo estelar fue lo que provocó que en la Tierra surgiese la vida, un golpeo de balón al aire de Unai Simón fue la vela encendida que sobre el mantel del partido cayó originando un incendio en su propia parcela del que los leones no consiguieron salir con vida.
Estaba capacitado el portero internacional del Athletic para 'romper' la pelota hasta alcanzar el área del equipo que defendía la jugada. La decisión de salir en largo estaba del todo justificada.
"Frustrado el cuadro vigués", como en su 'propia casa' se reconoce, sediento de juego y falto de opciones de golear, el primer mandamiento zurigorri era no procurar agua a su rival. Si la quieren, que llamen a un zahorí para que con su palo inteligente rastree la inmensidad del verde de Balaidos. Tarea imposible por no contemplar el reglamento ni palos ni un jugador numero 12 que no sea esa afición que trataba de amedrentar al árbitro y equipo rival con cánticos que la acústica del estadio distorsionaba hasta conseguir crear una atmósfera de miedo.
Fue entonces cuando ocurrió lo que nadie esperaba. Que el golpeo, balón al aire, de Unai Simón provocara un vuelo demasiado bajo del esférico. Alcanzó el medio campo, o algo así. Allí, se desencadenó una disputa absurda entre Sancet y De la Torre. Una moneda al aire que salió cara de azul celeste. Contrataque de libro. De la Torre se la ofreció a Aspas, y el jugador franquicia del Celta salió de estampida orientándose hacia la banda derecha. Era su 'pierna mala'. Cierto.
Pero tanto como que el de Moaña tenía entre ceja y ceja buscarle a Vivian, un central al que su entrenador había decidido de salida colocarlo de 'central zurdo'. Error de bulto. El experimento de Txingurri fue un proceso que terminó castigando al defensa de Gasteiz hasta provocar que mandara el partido a galeras. En el pecado original, la penitencia definitiva. Iago Aspas fue arrastrando a Dani Vivian hasta que, cómodo su gesto, utilizó su zurda inteligente para superar a un portero que se empezó a temer lo peor desde ese instante en el que la pelota le salió viciada por no saber medir distancia y altura a la hora del golpeo.
Consumada la concatenación de despropósitos por parte del Athletic, la cámara, como si lo señalara, como si lo acusara, enfocó al portero de Murgia. Unai Simón, cabeza gacha, mirada perdida, empezaba a asumir que la suerte del partido podría haber sido echada a partir de lo que parecía no más que una 'menudencia'. Algo más de veinte minutos por jugar. ¿Jugar? Es un decir plagado de 'palabrotas'.
Atrapado su botín, el Celta se dedicó a 'piratear' ante la mirada de un árbitro que daba por bueno el juego 'brusco' que iba saltando de un lado al otro de la delgada línea roja que señala lo indebido e, incluso', atisbos de lo violento. Una manera de entender el fútbol en la que los leones suelen terminar ahogados en lodo. No era su intención. No, no lo era.
Pero el Athletic se escondió detrás del 'Ritual de la Copa' que comenzó en Mestalla y culminará en la Ciudad de Las Rozas. ¡Qué cara le está saliendo al Athletic su competición fetiche!
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Somos los mejores. Tenemos un plantillon y salga el equipo que salga, no hay quien nos gane. Estamos como siempre....... los NOVENOS. ! VIVA LA CANTERA!.