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Con el salario mínimo el Athletic no retendrá a sus mejores leonas

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Kuitxi Pérez

Lezama. Fin de curso. Se abre la veda para cazar leonas sin gastar balas ni cartuchos. Hacendados. Aristócratas. Reyes y reinas. Príncipes y condesas. Millonarios que no respetan la ley de la selva. Safaris de lujo en la sabana de Lezama. Se veía venir. O no. Porque hay gente que ve pero no mira. Tanto talento mimado en el infantil, cadete, Athletic C, Athletic B... hasta debutar siendo niñas que impresionan al respetable de Lezama y San Mamés.

No se precipitan. Dejan que las futbolistas crezcan en físico y sabiduría. Y cuando están en edad de merecer, acechan, sigilosos esperan a que el contrato caduque para tentar a las leonas y llevárselas por la cara.

La exfutbolista del Athletic Club Lucía García es ahora jugadora del Manchester United inglés.

Cantera. Tremenda labor la de las personas que se dedican a formar, educar, pulir el talento de las joyas hasta ponerlas en manos de orfebres que las convierten en puro lujo insertado en el retablo mayor de la Catedral. ¡Dios, cuánto cuesta ir al grano estando por medio futbolistas talentosas que se nos van como arena de playa que se escurre entre los dedos de aquellos que un día las modelaron como si partiendo del barro!

Qué hacer. Qué debiera decir. Qué fronteras debo respetar. Si alguien planta, riega, cuida, y después viene alguien y arroja basura en el verde jardín, hasta dónde debemos respetar las verdades, maldecir las mentiras.

Que escriban, pues, la historia, su historia, las propias futbolistas del Athletic, que, habiéndolo recibido todo en la escuela de Lezama, cuando el contrato ya no las 'ata' al 'club de sus amores', siendo 'libres' para escoger entre el "sí" de la fidelidad a cualquier precio y el "no", porque hay una vida mejor en un mundo más rico, hacen la maleta porque, como profesionales que son, entienden que una buena 'soldada' les procurará una vida mejor a largo plazo.

La jugadora Damaris Egurrola se marchó también de la disciplina del Athletic Club y de Lezama.

Y en esas está el Athletic. Cantera donde se pica duro y se trabaja la piedra como si mármol de Carrara fuera con el que esculpir 'Piedades' y hasta un 'Cristo recién resucitado'.

¿A quién se asemejaba, si no, Irene Paredes? Cuerpo de atleta, maneras de Beckenbauer. Lanzó la jabalina hasta París y salió tras ella guiada por las luces de aquella ciudad. Paris San Germain, FC Barcelona, una de las mejores centrales del mundo. ¿Cómo retener a esta futbolista descomunal, verdad, Athletic?

A los 27 años, Joana Flaviano se vio obligada renunciar al fútbol porque éste no le daba lo que sí su trabajo de Policía Municipal.

El día de su despedida, decidió engañarse para evitar que nos lleváramos a engaño, "Así como el Barcelona y el Atlético de Madrid lo han hecho, el Athletic dará un paso adelante muy grande". "Hay muy buena cantera". Demasiado 'buena', Joana, para cosa 'buena'. En el pecado de tanto talento, la penitencia de ser expoliado.

Maite Oroz conduce la pelota en un partido Real Betis - Athletic (Foto: Athletic Club).

Cuando vi a Maite Oroz 'bailando sola', y a Damaris Egurrola, haciendo lo propio, temblando acudí a San Mamés cuando las dos juntas bailaron para toda Europa. "Yo, a Madrid", dijo Maite, "Y yo, a Liverpool, a jugar para el Everton", le confesó Damaris, "y más tarde a Lyon, para jugar con el Olympic".

El Athletic, como si tuviera prisa, víctima de ese expolio que se permiten los clubes poderosos. Al mismo tiempo, compañero ineludible de viaje, el tiempo, el implacable, el que pasó, le puso una mano en el hombro a Vanesa Gimbert, y la otra, en el de Erika Vazquez, "Esta es la última estación". Y se bajaron del tren.

Lucía García, lanza que vuela a Manchester y en la hierba del teatro de los sueños se clava. Ainhoa Vicente Moraza, viaje de ida hasta el Metropolitano para vestir una camiseta igual pero diferente: "colchonera eres ya", le dicen al bajarse en la estación de Atocha. Hasta aquí llega el recuento de 'los males' que aquejan al Athletic de Iraia Iturregi.

Oihane Hernández había ampliado su contrato hasta 2023, pero ya se le liga en junio al Real Madrid de Florentino Pérez.

Cuando las barbas de tanta leona hemos visto pelar, pongamos en remojo las de Oihane Hernández, con un pie y medio en Madrid, y la mitad del segundo preparada para dar el salto. Y Oihane Valdezate, esa portentosa elegancia  de Trapagaran que fue creciendo dando zancadas, dejará de ser leona más pronto que tarde.

Mientras, esquivando con regates tanta maleta que se va de viaje, Iraia Iturregi le dice a su presidente que, "Mira, a ver, quizás, tal vez, tomando en cuenta que somos cantera tan visitada por los poderosos que vienen, ven, toman y se llevan por la cara tanto talento que era nuestro y ya no lo es".

Para Oihane Valdezate, que no ha renovado, suenan cantos de sirena del Atlético de Madrid (Foto: Athletic Club).

"Mira, Jon Uriarte", prosigue, "me gustaría que fueras tú la persona que le pusiera el cascabel al gato". "¿Pero es que han dejado de ser leonas las futbolistas de Lezama?". "Si eran nuestras y ya no lo son, leonas o gatas, qué más da". Dejando debate tan serio a un lado, aseguremos la permanencia en la Liga F sumando de tres en tres, como sucedió ante las 'gloriosas' de Iñigo Juaristi, que si cedieron fue porque Valdezate cabeceó de lujo en el último suspiro.

• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista