Iñaki Williams quiere estar en el póster del 150 aniversario del Athletic
La semana asusta, trufada de desasosiego, fuego cruzado, no hay paz para una pelota en el fútbol español. De Bilbao han quedado los ecos de una tarde de gala en la Catedral, le sientan bien a este templo los derbis vascos, Made in Euskal Herria, continente y contenido Premier, sigamos siendo diferentes como toda la vida. Alineaciones que el tiempo y la última transición van decantando, coupage de calidad.
De negro y muro Unai Simón, Yeray e Iñigo Martínez, una de las mejores parejas de centrales actualmente en Europa, laterales para Yuri Berchiche y el “debut” de Ander Capa. El comando Dani García-Vesga trabajando a destajo, con Guruzeta jugando de pivote, trabajo de espaldas a la portería para llevar el balón de cara a Oihan Sancet y lanzar desbordes por los carriles donde los sueños de los Williams se hacen realidad.
El Athletic se mantiene surfeando sobre la ola del partido copero ante Osasuna
En la fatídica noche del martes, durante más de 120’ se escapó la clasificación para una nueva final en la Cartuja, a cambio la fusión entre jugadores y una Harmaila renovada comenzó a recuperar la atmósfera y la fusión que les puede hacer determinantes, huele a fútbol.
Proyectando el ambiente de los campos de leyenda a nivel global, si te gusta el balompié de raza, sentido, identitario, auténtico, hoy en día tienes que poner en tu agenda la Catedral, conocer “una noche típica de fútbol en Bilbao“, De Marcos dixit, se ha convertido en una obligación para cualquier aficionado a este deporte, Unique in the World.
Por momentos, contra el equipo txuriurdin parecieron ser las diez de una noche de otoño, la afición mueve las agujas del reloj. Frente al cuadro navarro, una vez más, la suerte del gol nos dio la espalda, no importa, cojamos apuntes, el equipo se sintió capaz de desbordar al rival las veces que fuera necesario, ligero de equipaje.
La Thermomix rojiblanca amenaza con alcanzar los puestos europeos, ante Osasuna, Espanyol o Real Sociedad vuela ya a los ritmos de playoff, recuerda y recupera sensaciones de noches de Barcelona o Real Madrid, cuando el equipo ajusta la presión, cree en los bloques altos y los pulmones alimentan la musculatura para ocupar los espacios el Athletic se siente capaz.
Esta plantilla vuelve a tener en su mano en el último tramo de una Liga los objetivos marcados cada año, estos últimos nueve partidos, 27 puntos de ilusión pueden complicar la vida de varios rivales directos y llegar al final del curso enfrente de Elche y un Real Madrid de colonias con posibilidades de aprobar todas en Junio, esperamos que a la quinta sea la vencida, disfrutar del reto es un valor, por cierto, en Europa se juega de noche, de horario cierto.
Capítulo a parte merece el Black Star Iñaki Williams...
Cuando Rulo cambio el juego de banda sin mirar, todos en San Mamés sabíamos quien correría a por esta pelota, 50 metros para soñar, es difícil llegar acompañado a línea de fondo a esa intensidad, Iñaki visualiza la carrera hacia la portería Norte de San Mamés como la valla de una frontera, aunque tú no lo sepas él confía en superar una vez más el reto, saltar y encontrar al otro lado de las redes a los suyos, brazos abiertos, ya son 4.000.
Las cifras de este triatleta, kilómetros, goles, minutos, partidos las dejamos para la Adurizpedia, a este ritmo amenaza con romper todos los registros.
Percutir sobre las líneas defensivas rivales es sinónimo de un Williams, este chaval corre desde hace años por su familia, por su hermano y por la camiseta rojiblanca, corre por todos nosotros, le sienta como un tatuaje el brazalete de capitán, hace tiempo que tatuó en su piel oscura el escudo del Athletic Club, quiere estar en el póster del 150 aniversario.
• Por Aitor Elizegi, expresidente del Athletic Club