El Athletic Club encara la semifinal de la Copa de la Reina que le enfrenta este miércoles 24 de mayo al Real Madrid en el campo de Butarque (21.00 horas) con la intención de dar la sorpresa y meterse en la tercera final de su historia tras las que alcanzó en 2012 y 2014. El equipo bilbaíno, sin la presión de la etiqueta de favorito que recae en el subcampeón de liga, aspira a endulzar una temporada de transición que ha sido complicada en lo clasificatorio aunque ilusionante con la entrada en un rejuvenecido primer equipo de un buen puñado de canteranas.
"Es un trofeo que ansiamos y que deseamos traer a Bilbao por lo que significa para el club y para la afición", admitía la técnico Iraia Iturregi consciente de la importancia para un club como el Athletic, referencia en el fútbol femenino en las dos últimas décadas, de llevar por fin este trofeo a sus vitrinas.
Será la quinta semifinal para las rojiblancas. En 2004, ante el Sabadell, y 2018, contra el Barcelona, cayó en este penúltimo peldaño de la competición y en 2012 y 2014 perdió en la final frente a Espanyol y Barcelona.
El Athletic llega a la cita después de un último mes de competición relativamente tranquilo una vez sellada a permanencia y enfocado casi exclusivamente a preparar esta Copa de la Reina gestionando los minutos de las futbolistas más cargadas y dando oportunidades a las más jóvenes.
Iturregi contará con la sensible baja de la centrocampista Marta Unzué, que será operada tras romperse el ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha hace dos semanas en el partido frente al Barça, y tiene la duda de la central Bibiane Schulze por problemas musculares.
Los precedentes entre Real Madrid y Athletic, todos en competición liguera, favorecen al conjunto blanco que ha ganado en cinco de los seis enfrentamientos, entre ellos los dos de esta temporada por 0-3 (Nahikari, Athenea y Weir) en Lezama y por 2-1 (Esther y Feller/Amezaga) en el Alfredo Di Stefano.
El único triunfo bilbaíno fue el 2-0 registrado en Lezama el 3 de octubre de 2021 con goles de Peke y Azkona.