Ander Herrera sigue disfrutando de unas vacaciones por Argentina en las que se ha reencontrado con su excompañero en el Manchester United Marcos Rojo y donde ha podido vivir su sueño de ver un partido de Boca Juniors en La Bombonera. El centrocampista bilbaíno, como superestrella del fútbol que es, ha ofrecido varias entrevistas a distintos medios del país en las que, como no podía ser otra manera, ha rememorado varias anécdotas con Marcelo Bielsa.
Herrera ha sido el protagonista del espacio 'Líbero Versus' de TYC Sports, una entrevista con muchas preguntas controvertidas o subidas de tono por el que han pasado estrellas como Gabriel Omar Batistuta, Diego Armando Maradona o Gonzalo Higuain.
En él se ha explayado largo y tendido sobre la figura de 'El Loco', que le llegó a comparar con Juan Román Riquelme, y al que profesa una profunda admiración. "Me dejó mucho. Es un entrenador superofensivo, siempre al ataque. Nos enseñó a no protestar nunca al árbitro y a no tirarse a no ser que tuvieras mucho daño. Fútbol total y de divertir al aficionado. Entre comillas, no le importara tanto que el equipo no ganara como si no hubiera propuesto oportunidades de gol. Es un entrenador que le hace muy bien al fútbol y que en Uruguay lo va a hacer muy bien".
Además, también recordó una anécdota que le contaron hace poco: "Hace poco me contaron que estaban algunos aficionados reunidos y que, cuando llevaba un mes allí, les tocó a la puerta para pedirles que les enseñaran cosas del Athletic. Alguno se estaba fumando un porro incluso y se lo tuvo que esconder. No supieron cómo reaccionar. Algo había oído, pero uno que estuvo en esa reunión me lo confirmó y me dijeron que no se lo creían, que les pareció increíble".
Preguntado por su compañero más fiestero, Herrera rememoró una fiesta de cumpleaños que vivió junto a Neymar Jr.
"Como era verano en Sudamérica, vinieron amigos suyos desde Brasil. Había mucho lío, todo era una confusión. Como muchos íbamos con nuestras mujeres le preguntamos dónde nos iba a poner y nos dijo que no nos preocupáramos, que arriba había sitio para nosotros", comienza.
Y añade: "Estábamos arriba con nuestras mujeres y pasándolo bien... ¿Pero abajo? Había tres o cuatro solteros en el equipo que bajaban y cuando subían, llevaban unos ojos que parecía que habían visto a Jesucristo o algo".
Tal era lo que debía de haber en ese piso que su mujer le 'prohibió' ir: "En un momento el baño de arriba estaba lleno e iba a ir al de abajo y mi mujer me dijo que al de abajo no fuera. Bueno, es lo normal", rememora entre risas.