Toda cara nueva siempre es bienvenida en un equipo como el Athletic, poco habituado a hacer fichajes en esta época en la que la actualidad del mercato tiene el mismo protagonismo -o más- que lo deportivo. Puede decirse que ha sido otro verano tranquilo en los despachos, porque la única incorporación rojiblanca se cerró en invierno, cuando Iñigo Ruiz de Galarreta selló su regreso a la que fue su casa.
Todas las dudas que podrían haber sobre su encaje en la poblada medular del Athletic quedaron disipadas en cuanto se puso a jugar en pretemporada. Él fue una de las pocas notas positivas del desastroso periplo por México y Ernesto Valverde corroboró su confianza en él poniéndole de titular en el estreno liguero frente al Real Madrid.
Desde entonces, el eibarrés ha sido un fijo en las alineaciones. Hasta el punto de que ha partido como titular en los tres partidos ligueros. Tan solo ha descansado los últimos cinco minutos del compromiso frente al Betis, ya con todo resuelto, y San Mamés le despidió con una sonora ovación.
Tampoco hay dudas de que será titular este domingo frente al Mallorca, el equipo que más apostó por él tras su calvario con las lesiones y donde se forjó el futbolista que ahora disfruta el Athletic.
La dureza de la segunda división y de entrenadores como Luis García Plaza y el 'Vasco' Aguirre han moldeado a un jugador que poco tiene que ver con aquél que deslumbró a Marcelo Bielsa en 2012.
Una década después, el Athletic puede disfrutar de un futbolista que sigue manteniendo una innegable calidad técnica y un toque de balón exquisito, pero que ha ganado en dureza -física y mental-, tenacidad y que no hace ascos al trabajo sucio, a recuperar balones. Una pieza que parecía hacerle falta al Athletic en su plantilla.
Solo así se explica la confianza que ha depositado en él Ernesto Valverde. Un 'Txingurri' que no tuvo reparos en descartarle cuando llegó al Athletic en 2013 y que ahora le ha recibido con los brazos abiertos. 'Galaxy' es un ejemplo para todos los futbolistas de que hay vida más allá de Lezama y que también se puede regresar si se hace el trabajo necesario.
Da mucho más que la mayoría pero sin los aspavientos para que le vean lo que no las huelen. Es cuestión de fijarse. Cambios de juego como los suyos solo los hace el Rulo. Que se lo digan a Iñaki Williams.
Eso en Valverde es muy normal.
Tiene que dar mucho más hasta ahora no aporta más que otros