Una nueva liga, una nueva temporada, y de nuevo la maquinaria de emociones y sentimientos, de alegrías y decepciones del Athletic Club se ha puesto en marcha. Por delante muchos meses para olvidarse del pasado reciente y volver a creer en un equipo que ilusione y que pueda lograr grandes metas. Este es el punto de partida, cosa bien distinta será ver si es posible cumplir con la hoja de ruta.
Pasadas las cuatro primeras jornadas, la primera lectura es que no ha transcurrido tiempo suficiente para realizar valoraciones concluyentes, pero ya tenemos algunas primeras impresiones tras una pretemporada que nos dejó más sombras que luces, y más dudas de las deseadas.
El estreno liguero ante el Real Madrid resultó muy malo y disparó algunas alarmas, que se atenuaron en Pamplona, para pasar por la montaña rusa vivida ante el Betis, donde durante noventa minutos vimos lo peor y lo mejor de este equipo.
Y la última jornada en Mallorca sin ser negativa, concluyó con la sensación de un quiero y no puedo que nos deja la duda de si se ganó un punto o se perdieron dos. Dicho todo esto y a nivel clasificatorio, ha sido un buen inicio si nos ceñimos a los siete puntos con los que hemos llegado al parón de selecciones en el que el aún no renovado Nico Williams ha brillado con un gol y una asistencia (de momento) ante Georgia.
Sin duda uno de los parámetros que se debe tener en cuenta a la hora de calibrar las posibilidades del equipo a nueve meses vista, es el nivel y la calidad de la plantilla.
Y tengo la impresión, pese a lo que nos contaron en Lezama con mucho desglose del Directo de Fútbol, que la de este año no ha mejorado si ponemos en una balanza lo que ha entrado y lo que ha salido. El Athletic que aunque ha incorporado a Galarreta, que le da un mejor criterio a la salida de balón, también ha perdido a Iñigo Martínez, el mejor hombre de los últimos años.
A todo esto se suma un lista de veteranos que están en la recta final de sus carreras, una mala planificación de futuro, unos jóvenes con los que no se cuenta mucho y otros con más minutos, pero que deben tirar la puerta abajo y dar un paso decisivo al frente. Además algunas posiciones (lateral derecho, central y un nueve goleador) están cortas de elementos en algunos casos y bastante mejorables en otros.
Hace unos días comentó el presidente Uriarte que "nadie piensa que sea inviable el regreso a Europa", aunque este año la prudencia hizo que en esa afirmación no estuvieran presentes el entrenador y el capitán Iker Muniain, como sí ocurrió el año pasado.
Soy de los que piensa que si vas a empatar terminas perdiendo, por lo tanto el objetivo debe ser ambicioso, pero a la vez realista para no generar frustraciones en la hinchada. Y esto pasa porque en una competición corta como la Copa se pueda pelear al menos hasta semifinales y en función del rival aspirar a más.
La liga ya es otra historia y la regularidad, virtud de la que no está sobrado el Athletic, es algo que cuenta mucho.
Cada temporada los rojiblancos lo tienen peor en un mercado muy limitado y, con la llegada del dinero de las televisiones, todos sus rivales se han igualado a nivel económico, lo que hace muy complicado traer jugadores para potenciar el equipo, o situaciones peores como que venga alguien a llevarse a tus joyas con ofertas astronómicas e imposibles de igualar.
Con todo esto, el primer objetivo debe ser mantener la categoría y una vez asegurada, llegar a la recta final de la liga con opciones de luchar por la UEFA Europa League.
Y con el regreso a la competición el calendario como local frente a Cádiz, Getafe y Almería debe marcar el camino de hacerse fuertes en San Mamés, algo fundamental, de cara a poder mantener la ilusión en una aficionado con ganas de celebrar cosas importantes.
• Por Rafa Arberas, periodista de Radio Llodio-Onda Vasca
Solo pensar que esta plantilla es mejor que la del año pasado es querer tomarnos por tontos, es sano reconocer lo que no hay y nos conformamos con lo que hay. Así pedimos y exigimos que lo den todo en el campo, con sus carencias, con sus voluntad. Pero no engañemos al personal que de fútbol tenemos mucha historia y no nos engañan. Es bueno reconocer los fracasos de fichajes de medio pelo que se hicieron el año pasado y este y con la humildad pelearemos contra avales y palancas, contra equipos dopado, contra la ignorancia voluntaria e involuntaria de los ceos de lezama contra la incapacidad de la directiva, contra todo como siempre. Gora Athlétic
Personalmente creo que este club no esta en las manos adecuadas...
Sólo con Galarreta no es suficiente. Juegan, los mismos los paquetes de hermanos, que deberían ser vendidos y el plantel cada año más vieja. El fútbol no se pone difícil para el Athletic, son unos incompetentes presidente y directivas, que encima vetan de manera dictatorial y unilateral a la Euskal diáspora y rompen la filosofía con extranjeros de los Cárpatos, Agen, sub saharianos y diferentes regiones hispanas que no tienen nada que ver con los siete herri aldes. Han vuelto a fracasar, no han traído ni a Jon Julen Guerrero, Guillamon, Aristegieta, Aranbarri, Unax del Cura, Unai Rementeria, Claudio Etxeberri, Leonardo Balerdi, Oroz, Moncayola, César Palacios Pérez, Dani Rodríguez del Bcn b y los carillos Mikel Merino antes o Turrientes, Karrikaburu,Jon Pacheco etc etc etc