El fútbol mueve montañas y los clubes llegan a ayudar a superar adversidades que, a prori, pueden parecer muy difíciles. El amor por unos colores puede con todo. Así lo demuestra Andrés, un seguidor del Athletic Club de Bilbao con parálisis que reside en Lorca y que, gracias al club de Lezama, ha conseguido superar operaciones y rehabilitaciones.
Desde los siete años superando cada operación gracias al amor por su equipo. Una persona que desde esa edad vio como sus amigos jugaban y él no podía vivir esas experiencias propias de la infancia. Aunque con trabajo y "muchos momentos duros", pudo jugar al fútbol.
Todo comenzó con una "txapela" que le regaló su madre "cuando nací" con "con el escudo del Athletic y la camiseta de aquel año, 2005". Así lo recuerda el propio seguidor en el Twitch de ElDesmarque. Toda una equipación acompañada de todo tipo de utensilios y material del equipo vasco. "Incluso calzoncillos", bromea. Desde entonces no le llamó ser de otro equipo y en los procesos de operación, se ponía vídeos. Especialmente recuerda el año de la final de la Europa League y final de Copa en el 2012, "cuando tenía siete años". "Me enamoró el estilo de juego y poco a poco iba siendo consciente de lo que representábamos y eso me motivo mucho", recuerda.
"Me gusta es que juegua una cuadrilla de amigos y, creo que jugadores que nacen en el pueblo y juegan en el equipo que siempre han llegado a estar, representan a los aficionados por llegar donde queremos", refleja con orgullo el seguidor athleticzale. Ejemplo de ello pone a Muniaín, un jugador de la "cantera desde bien pequeñito y ha luchado un montón".
"Comparto con ellos ese sentimiento de ambición, de querer mejorar, de luchar por aquello que merece la pena y eso enamora", explica Andrés. Otro de los momentos que han sido especiales en la entrevista realizada en Twitch fue al mostrar la cantidad de horas y de kilómetros que se hizo con su madre desde Lorca hasta Bilbao, y vuelta; para ver todo un derbi vasco: 851 km.
Un viaje que hizo y que organizo con su madre tras "acabar los exámenes de la universidad". "Hay que ir a un partido", dijo a su madre y el elegido fue ante la Real Sociedad, todo un derbi. "Ese ambiente, ese sentimiento que transmite la gente", explica sobre aquel histórico día añadiendo que uno de recuerdos más especiales fue "el momento del himno". "Es el mejor recuerdo que tengo, además de cuando pisé el césped, el del himno" expone.