Tras el (0-1) cosechado en el Metropolitano, victoria del Athletic Club que rompía la tremenda racha de 28 partidos sin perder de los colchoneros en su feudo, conviene evitar la euforia y caer en la cuenta de que el azar y, sobre todo, la 'Fortuna', fueron factores en todo momento aliados con los leones.
De otro modo no podría explicarse que 'los de Simeone' terminaran cediendo en el primer asalto de semifinales luego de haber cuajado un partido a mitad de camino entre lo notable y lo sobresaliente. ¿Por qué se llevó el partido, entonces, el Athletic de Valverde? O, buscándole el revés a la pregunta: ¿Por qué el Atlético de Madrid no fue capaz de encarrilar la eliminatoria al calor de su encendida afición?
Posibilidad y probabilidades. Suerte en estado puro: "circunstancia de ser, por mera casualidad, favorable o adversa a alguien". La casualidad fue un ente vivo flotando en todo momento sobre la cabeza de los futbolistas. De principio a fin, y aunque lo que apunte me granjee enemistades, y hasta insultos en las 'redes', un hipotético primer gol del Atlético se mascaba en el ambiente desde que Hernández Hernández, con el sonido de su silbato, animara a los contendientes: "Hagan juego, señores".
'Play House'. Casino del 'Civitas'. Moneda al aire: si sale cara, la vida; si cruz sale, la muerte. De cara se le puso el partido al Athletic en el 27', cuando Berenguer ejecutó a Oblak tras el juicio sumarísimo en el que Reinildo fue acusado de "intento de homicidio frustrado" sobre la persona de Beñat Prados. medio centro que, por tener a la suerte y Fortuna de aliadas, salvó de esguinces, fracturas y roturas su tobillo, la tibia y el peroné, y todo el entramado de ligamentos que se se esconden en el interior de su rodilla.
Como si fuera de goma el bueno de Beñat. Un medio centro que, junto a Ruiz de Galarreta, no pudo frenar en ningún momento la avalancha de un "rival" que fue a degüello como si se quisiera cobrar el dinero del botín con el que el Athletic se había hecho luego de someterlo en el partido de liga (2-0) peleado en San Mamés.
Los famosos "dos días menos de descanso" cayeron en el saco del olvido al contemplar el ritmo veloz con el que el Atlético le daba inicio al choque. Tal escenario provocó que me dedicara a tomar notas sin descanso en las hojas de mi bloc, blancas y sin rayas.
"Nos comen de salida"... "Vamos", se le podía leer en sus labios a un Valverde seriamente preocupado por la deriva del partido. El Athletic, no obstante, se mantenía en pie en uno de los 'cuadriláteros' más prestigiosos y temidos de Europa. El 'púgil' que defendía el título no acusó ese golpe de Berenguer que le había llegado directo y claro, "como una mañana de primavera" que diría mi compañero 'Mattioli, la voz del boxeo que había bajado del "sagrado altar" para convertirse en rugido de León.
Mantenía el tipo el Athletic, que no era poco, ante un "rival" que, dirigido por un fantástico Rodrigo de Paul, se estaba marcando un partido soberbio. Elogios encendidos para nuestro "rival", por qué no, si lo cortés hacia el Atlético no merma en ningún caso lo valiente de un Athletic que por delante tenía minutos de sufrimiento y agonía. Nadie dijo que sería fácil. De hecho, ir por delante en el marcador ya era en sí mismo una proeza.
Cuando a Griezmann se le fue la olla escondida entre los tacos con los que probó la consistencia del tobillo de Sancet, fui consciente de lo cruento, y empecé a temer que el campo, al final de la partida, se convirtiera en un reguero de sesos. Más allá de la 'estopa' como banda sonora del partido, empecé a ser consciente de que Valverde se equivocaba al recular.
Y no por el hecho de meter al equipo atrás, sino porque la 'táctica', en su variante defensiva, nunca fue una asignatura de la que saliera con el pecho henchido por la puerta de la Escuela de Entrenadores.
Defender no es meter a todo el equipo en torno al balcón del área y dejar la suerte del partido en manos de la diosa Fortuna y el desacierto de los jugadores del 'Atlético'. Hacerlo bien es manejar con solvencia lo que en la Escuela se aprendió, y aplicarse con esmero en esa ciencia que resulta de la combinación de materias tales como las matemáticas, la física, la geometría, la aritmética y el dibujo lineal.
Defender con la línea de zagueros plantada en la línea del área grande se convierte en algo grandioso que alcanza la categoría de 'Arte' cuando es Simeone el que lo hace, alumno aventajado de ese catenaccio italiano que le llega llovido de la influencia de tanto transalpino como navegó y voló a la patria del 'Che' Guevara, "que era argentino y cubano". Y es que como algo "artístico" que alcanzó el sumun lo calificó mi compañero de Uni 'Goiko' luego de un Athletic vs Atlético celebrado en San Mamés.
Sin medio centro. Con jugadores dispersos ocupando espacios que no existían y la línea defensiva clavada al borde del área cual soldaditos de plomo, el Atlético era ya un vendaval que, partiendo de la bota inteligente de Rodrigo de Paul, alcanzaba sin oposición la última línea de una defensa numantina en la que, al no imperar la cordura, todo era fiarlo a la buena suerte propia y a la mala de un rival que entraba sin oposición.
Por la izquierda y la derecha, por el centro, alcanzando el 'yo mas íntimo' del Athletic en el que, por impotencia de sus compañeros, y nula gestión defensiva del Valverde, se había convertido Julen Agirrezabala, el llamado "portero de la Copa" que se acabaría convirtiendo en el jugador 'top' que libró de todo mal a un Athletic que lo había fiado todo al desacierto en los metros finales de su 'oponente'. En mi libro de ruta todo eran corazonadas deletreadas.
"Acoso brutal"... "desastre hutsa"... "transitan y llegan sin oposición"... "Lekue la saca sobre la línea de gol"... hasta que, de seguido al pitido final de Hernández Hernández, exclamé: "Dios es del Athletic. Ese Dios que no existe pero que tanto consuelo procura en los días en los que todo parece venirse abajo y, finalmente, a todos los que somos Athletic nos convierte en robustas columnas que parecieran sostener ese 'Cielo' feliz al que le dicen "La Cartuja".
• Por Kuitxi Pérez, periodista y exfutbolista
Ex futbolista???...Ni dios sabe kien eres o kien fuiste.... periodista????...jajajaja...me parto y me .mondo .....si acaso... licenciadado en periodismo.. .ah..eso Sí .COLCHONERO...??? NOOOO K VAA..
Me gustaría este mismo artículo para la vuelta, eso supondría que estaríamos en la final. Podrías añadir al artículo que jugamos como en la época de Javier Clemente al patadon .... pero campeones. Un saludo forofo-periodista
Se te ha olvidado comentar las dos expulsiones que el árbitro perdonó al Atlético en el primer tiempo ,con eso seguramente el asedio no hubiese sido tal y el resultado hubiese sido otro muy diferente. Suerte tuvo el Atlético con el árbitro y el var
Se te ha olvidado comentar las dos expulsiones que el árbitro perdonó al Atlético en el primer tiempo ,con eso seguramente el asedio no hubiese sido tal y el resultado hubiese sido otro muy diferente. Suerte tuvo el Atlético con el árbitro y el var
Vaya. Muy imparcial no pareces. No hay ningún mérito en el Athletic. Encima sabes más que el ente propio entrenador. Eres un crack. No hablas del penalti y la tarjeta roja perdonada. No hablas del pusieron de Griezzman y la tarjeta roja perdonada. Hablas de unas táctica defensiva que desconoces. No hablas del fútbol marrullero y embarrado del aviación. En fin... Un artículo pésimo sesgado, parcial sin ninguna autocrítica, insultando veladamente al entrenador visitante y poniendo en duda la capacidad táctica de alguien consolidado en el mundo del entrenamiento. Haztelo mirar lisesiau