Aparcando por unas horas la vuelta de la semifinal de Copa, con esa última hora de la posible baja de Antoine Griezmann o los esfuerzos de Iñigo Lekue por llegar,... les quería hablar de Iñigo Ruiz de Galarreta, quien tras regresar con carta de libertad del RCD Mallorca a su casa, el Athletic Club, ya con 30 años cumplidos, le ha dado sin duda un salto al medio campo de Ernesto Valverde. Lo ha hecho hasta auparse casi al nivel de repercusión que tienen las joyas de la delantera rojiblanca, con los hermanos Iñaki y Nico Williams, Oihan Sancet, Alex Berenguer y Gorka Guruzeta.
Comprobamos que el exbermellón Galarreta eleva el nivel del centro del campo del Athletic con diferentes compañeros de baile. Con Mikel Vesga al lado, 'Galaxy' hacía funcionar con fluidez al medio campo en ataque y además 'rascaba' en defensa a niveles poco esperados en un jugador de su talento y, lo que es más raro aún, con un cuerpo tan liviano.
De esa mejoría en un centro del campo hasta entonces bastante menos creativo se beneficiaron primero los generadores de jugadas, los Williams y Sancet, y por ende el delantero centro, un '9' que se echaba en falta en Bilbao desde la marcha de Aritz Aduriz y que Valverde, sin demasiada fe en Asier Villalibre, que parecía la primera opción, vio en Gorka Guruzeta.
El donostiarra empezó a ver puerta con cierta facilidad y, lo que es más importante, a ensamblarse con sus compañeros de ataque para liderarles en la presión, abrirles todos los espacios posibles y evitarles trabajo. Se adaptó no solo a un puesto que no es el suyo natural -es más un segundo delantero- sino que también a una manera de jugar que no era la que se le conocía.
Pero aún faltaba la sorpresa más grande, la de Beñat Prados. Sin apenas oportunidades desde su regreso de la cesión al Mirandés, y cuando las que tenía eran más de lateral, un puesto que no es el suyo, el navarro tuvo que incrustarse en el doble pivote ante el Atlético de Madrid y bordó el que ha sido, sin discusión, el partido más brillante del Athletic en lo que va de temporada. Y ha tenido muchos.
Ese 2-0 liguero al conjunto colchonero en San Mamés lanzó al conjunto vasco hacia una zona de la tabla con la que no soñaba y a Prados a una importancia capital en el once, a pesar de que Valverde le mantiene la confianza a la pareja Vesga-Galarreta que considera la titular y también a Herrera, a éste a pesar de sus continuos problemas musculares.
Los de Valverde están a las puertas de una nueva final de Copa, cuya vuelta de seminales acometerán en 'La Catedral' con la ventaja del 0-1 en el Civitas Metropolitano, y en una pelea por la Champions en la que igual hasta puede valerle la quinta plaza que ocupa con una enorme ventaja sobre sus perseguidores: nueve puntos al sexto, la Real Sociedad, y diez al séptimo, el Betis.