Dentro del ambiente de felicidad que se vivía en San Mamés con el triunfo frente al Atlético de Madrid que certifica su pase a la final de Copa, la afición rojiblanca tuvo que volver a contener la respiración durante unos minutos, como sucedió en el partido frente al Girona.
El arranque de la segunda parte se tuvo que demorar durante unos diez minutos por otro susto que dio un athleticzale en la grada. La rápida intervención de los servicios médicos pudo favorecer que abandonara el campo en camilla después de que recibiera la atención de los sanitarios, que llegaron a ponerle un gotero para asistirle.
Sobre el césped, después de que el colegiado Martínez Munuera diera el visto bueno a que la segunda parte arrancase más tarde, los jugadores de ambos equipos peloteaban y hacían ejercicios para entrar en calor. Pero los jugadores del Athletic se acercaban de vez en cuando a la banda para observar las evoluciones.
En torno al minuto 60 de partido, la megafonía de San Mamés avisó que la persona que abandonó el terreno de juego se encontraba estable y San Mamés respondió con un caluroso aplauso.
En la primera mitad otro incidente provocó que el partido tuviese que detenerse durante un par de minutos mientras le atendían los servicios médicos.
Un aficionado de avanzada edad recibió un golpe mientras se incorporaba a su asiento y los servicios médicos le atendieron para curarle la herida. La megafonía de San Mamés avisó a la grada de que todo estaba correctamente y que el partido se podía reanudar después de que así lo precisaran los sanitarios.