A estas alturas de la película, queda clarísimo que el vestuario del Athletic en una familia. La comunión con la grada volvió a quedar patente tras el partido ante el Barça. Aunque los de Ernesto Valverde no consiguieron la victoria, los jugadores se quedaron en el césped de San Mamés, y es que tocaba rendir homenaje al athleticzale que perdió la vida este fin de semana después de sufrir una indisposición en el encuentro copero ante el Atlético.
Con el pitido final se vivió un momento que pone los pelos de punta. Los jugadores del Athletic -todos- se dirigieron hacia el graderío donde tenía su asiento el aficionado fallecido. Se alinearon, se abrazaron y miraron a los familiares del abonado, que permanecían en la grada con un ramo de flores. Sin palabras, solo el silencio roto por los aplausos del resto de hinchas. La familia, sin poder contener las lágrimas y los jugadores, tratando de aguantar la emoción del momento.
La fila solo se rompió cuando los jugadores decidieron acercarse aún más a la grada donde estaba la familia para empezar a aplaudirles, un gesto que los familiares devolvieron lanzado besos y mucho cariño. Y es que ser del Athletic significa algo más que simplemente apoyar a un equipo de fútbol. Es una filosofía de vida.
Athletic Club y FC Barcelona firmaron un empate sin goles en San Mamés que no dejó a ninguno de los dos equipos contento, ya que a los visitantes no les permite aprovecharse de los tropiezos del Real Madrid, del que siguen a ocho puntos, y el Girona, al que se han acercado a uno, ni a los locales acercase a las plazas de Liga de Campeones.