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¿Alguien duda de que la temporada del Athletic es de sobresaliente?

Álvaro Fdez. Cadierno

SOBRESALIENTE, así, con letras mayúsculas. Lo podríamos repetir, incluso, letra a letra para que nos quede más claro. Así, deletreado, S-O-B-R-E-S-A-L-I-E-N-T-E. O, dicho de otro modo: BIKAIN. A mi juicio, así es como tenemos que calificar la temporada que ha firmado nuestro querido Athletic Club. Y a los hechos me remito. ¿O alguien lo pone en duda? A saber:

1.- Campeones de Copa 40 años después. Campeones de “nuestro” torneo. La número 25 está ya en las vitrinas de San Mamés. El famoso Rey de Copas está de regreso y con él, la añorada Gabarra Athletic ha vuelto a surcar las aguas de la Ría para regocijo de los y las athleticzales y envidia de medio mundo.

Ernesto Valverde e Iker Muniain celebran el título de Copa del Rey (Foto: Cordon Press).

2.- Vuelta a Europa 6 años después. Ya tocaba, sí. Se cumplen 6 años del último partido europeo de los leones, aquella derrota por 1 a 2 frente al Olympique de Marsella, vuelta de los octavos de final de la UEFA Europa League. Así que volveremos a exhibir nuestra particular y asombrosa idiosincrasia por los campos del viejo continente. Y la final en San Mamés… ¿por qué no soñar?

3.- Trofeo Zamora para Unai Simón. 54 años después, el guardameta alavés se convierte en digno sucesor del mítico y admirado por todos, Txopo Iribar. El abrazo entre ambos de Vallecas, lo dice todo.

4.- La asistencia media de público en San Mamés se ha situado en unos 47.000 espectadores por partido… y subiendo. Crece un 6,5% con respecto a la temporada pasada. Más afluencia y mejor animación. La Catedral, por fin, más Catedral que nunca.

Tifo y mosaico en un partido importante en San Mamés (Foto: Athletic Club).

Estos son, para mí, los 4 grandes titulares de una temporada de ensueño y para el recuerdo que nos ha devuelto a ese Athletic Txapeldun.

Un Athletic que todos esperábamos y muchos ya conocíamos, (si, ya sé que en las últimas 4 temporadas hemos ganado 2 Supercopas, pero estaréis conmigo, que no es lo mismo).

Unos, los que tenemos 45 años o más, hemos rememorado lo que ya vivimos en su día con el último Athletic campeón, el de los Clemente, Dani, Goiko o Sarabia.

Otros muchos, cientos de miles y miles de aficionados y aficionadas de 45 años hacia abajo, han podido disfrutar, por fin, viendo a su equipo levantar un trofeo de los grandes. Vivir en primera persona algo que sólo habían visto en viejos reportajes televisivos o, simplemente, lo han escuchado en boca de aitas, amas, amamas o aitites.

El extremo Nico Williams aplaude a San Mamés (Foto: Athletic Club).

Unos y otros hemos podido disfrutar del camino, pero también hemos sufrido (mucho) por momentos. Afortunadamente hemos terminado llorando, no de pena o de rabia como tantas otras veces, si no de alegría por la victoria.

Emoción y lágrimas al marcar Alex Berenguer el penalti decisivo el pasado 6 de abril en Sevilla. Emoción y lágrimas al contemplar como Iker Muniain (te lo mereces capitán) levantaba la copa hacia el cielo hispalense.

Iker Muniain llora tras ganar la final de la Copa del Rey (Cordon Press).

Porque para mí, esa ha sido la grandeza de esta temporada que dejamos atrás. El poder ver como niños y niñas, jóvenes y no tan jóvenes y por supuesto, quienes, con suerte, aún peinamos canas, hemos podido disfrutar de un Athletic, que siempre ha estado ahí.

Que, aunque pasen los años, las décadas, o los siglos, nos demuestra que se mantiene fiel a sus orígenes, a su historia, a su filosofía, sin que ese grado de ambición de un equipo campeón y orgulloso haya disminuido ni un ápice desde aquel lejano y glorioso 1898.

Unai Simón, felicitado tras ganar el Zamora ante el Rayo en Vallecas (Foto: Athletic Club).

Una temporada no diré de leyenda, porque el Athletic es ya LEYENDA por sí mismo, más allá de que gane una Copa más o se vuelva a meter en Europa de nuevo. No de leyenda, como digo, pero si de una temporada para el recuerdo, para seguir creyendo en lo que hacemos, con mayor convencimiento aún si cabe.

Nombres propios en este Athletic Txapeldun!

Titulares aparte, el resto de las cuestiones, con ser importantes, creo que lo son menos: como, por ejemplo, que Unai y Julen hayan dejado a cero su portería en 21 partidos entre liga y copa.

Doblete de Gorka Guruzeta ante el Alavés en San Mamés (Foto: Athletic Club).

O que Gorka Guruzeta haya anotado 14 goles, o que Iñaki (una vez más determinante) haya marcado 12, o que su hermano Nico haya despegado definitivamente con 11 asistencias y muchísimo peligro.

O que gente como Dani Vivian (le veremos en la Eurocopa) o Paredes hayan dado un enorme paso adelante en defensa.

O que Galaxy, Beñat Prados (¡¡qué descubrimiento!!) o Mikel Vesga hayan dominado el tempo de muchos de los partidos.

Beso de Oscar De Marcos tras ganar al Alavés en San Mamés (Foto: Athletic Club).

O que Oscar de Marcos haya seguido cabalgando por su banda derecha y, sobre todo, el año que viene se convierta en el gran capitán.

O que Muni, Rulo o Dani se hayan marchado por la puerta grande, sin un mal gesto pese a jugar poco y derrochando sentimiento Athletic por todos los poros de su piel, sirviendo de ejemplo para los Unai Gómez, Jaure, Imanol y demás canteranos….

O que… en fin, así podríamos seguir hablando de un equipo, cuyo timón está firmemente dirigido por un grandísimo técnico como es Don Ernesto Valverde. Seguir hablando de un club que es completamente diferente al resto. Ni mejor ni peor, pero si diferentes. Simplemente somos “Unique in the World”, o si lo preferís “Bakarrak Munduan”.

Ah, y lo dicho, la temporada, SOBRESALIENTE,

· Por Álvaro Fernández Cadierno, Periodista 

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