Iker Muniain y su familia viven impactados la pasión del Ciclón

Está claro que el dinero no ha sido el motor de la marcha de Iker Muniain al fútbol argentino. A sus 31 años, el histórico gambeteador del Athletic Club es un futbolista de alta calidad técnica y disponía de mercados mucho más poderosos económicamente, pero tenía claro que la pasión del fútbol argentino corre por sus venas, más aún desde que le entrenase Marcelo Bielsa, y quería vivirlo en primera persona.

Su debut con el San Lorenzo de Almagro del Pipi Romagnoli no tuvo la recompensa del triunfo, pero el ambiente vivido el pasado sábado en Boedo fue impresionante y el de la Txantrea fue llevado en volandas, desde que se sumó al partido entrando en el minuto 66 por el juvenil Santiago Sosa.

'Vasco, querido, Boedo está contigo', le cantaron al exjugador del Athletic Club desde las gradas

El estadio Pedro Bidegain estuvo a reventar, con las entradas agotadas para ver en acción a Iker Muniain

El jugador navarro dejó buenas expectativas, jugando de '5', y unas estadísticas impecables de pases, duelos, etc... Pero sobre todo se le vio disfrutar de los cánticos desde el banquillo y luego sus familiares le relatarían que vivieron momentos imborrables en las gradas del Nuevo Gasómetro…

Ese sábado el exjugador del Athletic Club, que tuvo sus primeros minutos con San Lorenzo de Almagro, en el Estadio Pedro Bidegain, vio como su hermano, su pareja Ana Montoya o su agente Omar Rodríguez fueron agasajados en las gradas hasta con txapelas en la zona de la 'Barra Brava'.

Y ya como remate, el segundo jugador con más partidos en la historia del Athletic Club se encontró con un athleticzale de Bilbao al acabar el choque ante Vélez Sarsfield en el que los Cuervos habían caído por 0-1.