No me hace ninguna gracia ver a los hermanos Williams en ese 'Saber y ganar' nocturno de 'La 1'. Ni el Athletic Club ni sus futbolistas necesitan airear "cuánto dinero tienes en el banco" y "cuántas veces has follado en el último mes". El 'Gure Estiloa' del Athletic debería estar por encima de esa noche que los corazones de dos leones debilita.
Así las cosas, de una noche a la siguiente para que Iñaki y Nico Williams llegaran frescos a la excitante cita búlgara frente a 'las Águilas verdes de Razgrad'. Programa 'enlatado'. Gaitzerdi!!
"Le urge ganar y no será fácil", declaró Valverde en la previa. Por su parte, Hristo Stoichkov, fantástico delantero del F.C. Barcelona, el del pisotón a Urizar Azpitarte, y 'Balon de Oro 1994', también sea dicho, sentenció que "el que marque el primer gol tendrá mucho peso en el partido". Ambos acertaron en sus predicciones.
Sobre el extraño césped del Huvepharma Arena, el Ludogorets era más que el Athletic, y además lo parecía. Se sentían a gusto sus jugadores yendo y viniendo por el tapete de su casa. Dueños del juego y del partido.
Los leones invertían demasiado esfuerzo y tiempo en lo básico del control, la conducción, el pase, la finalización. "Extraño césped" se ha dicho. Nada que ver con esa alfombra de San Mamés donde "a Galarreta le corre el balón".
Por encima de toda adversidad, sin embargo. La que sufrió el Athletic cuando Marcus 'marcó en el 20'. Un trallazo impecable. Cierto. Como verdad también es que nadie se hallaba asomado al balcón del área para obstaculizar el disparo. "El que marque el primer gol" había predicho el ex del FC Barcelona. "Tendrá mucho peso en el partido", sentenció.
A qué se refería. Qué tipo de peso. Cuidándose de sí mismo en su parcela el Ludogorets, al Athletic le costaba horrores progresar en su intento de hacer daño. Peso, también, el que sentían los leones al evolucionar. Como si el castigo del gol hubiera conllevado grilletes con bola de plomo en los tobillos.
"Por encima de todo obstáculo y todo sufrimiento". Jo ta ke! Valverde, al que, como a Caparrós le sucedía, le hierve la sangre roja y blanca en sus venas, entendió la arenga.
En el [56'] alistó a De Marcos, Mikel Vesga y Nico Serrano. Determinantes en la 'batalla del Huvepharma Arena'. Como Unai Gómez, que se sumó a la lucha en el [68']. Y Ander Herrera, también, que salto al césped para frenar las ansias del que terminaría derrotado. Cinco piezas distintas sobre el tablero. Momento para la reflexión del 'hombre que le susurraba fotografías a Ruper Ordorika'.
Cuando 'la palabra' se convierte en la 'única amante' de Ernesto Valverde. "Todo el mundo cabe en un grano de maíz". Txingurri, que andaba a lo suyo. Y hasta el universo cabe. Cabía. Cupo. Cuando el universo es el Athletic. Un ente capaz de condensar un partido entero en tan solo un minuto. Segundos de más que se escapan y no cuentan. Precisión de relojero. Milagros de orfebrería.
En el [72'], De Marcos, que andaba de 'guardia' a la espera de un pedido. De una entrega. De un envío. La enésima maravilla que supone trazar una de sus diagonales al corazón del área. Interior con una pizca del empeine. Para Iñaki, vaya, ya no es novedad ver al mayor de los Williams marcarse un control orientado tan solo al alcance de los virtuosos. Tocaba fusilar. No le tembló la mano de su pie a la hora de apretar el gatillo.
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— UEFA Europa League (@EuropaLeague) November 8, 2024
Hasta Manolo Sarabia, me cuentan, sacó un par de pañuelos para animar el espíritu de una Catedral tan virtual como sentida. Le correspondía al Ludogorets poner la pelota en juego. Se entrometió, sin embargo, Unai Gómez en la estrategia. "Enbat itzela Gaztelugatzen, untzi eder bat zuen hondatzen".
El 'txo', de 'izquierdas', así lo demuestra cuando conduce, fue galerna vertical que no encontraba oposición en su carrera hacia la portería que pretendía dañar.
Allá donde defensores y atacantes se asoman al balcón, le cedió "los trastos" de la pelota a Nico Serrano, zurdo cerrado, como él. Tanto tiempo alejado de casa. Muchas ganas de mostrar lo que a Marcelino García Toral lo enamoraba. "Eh, chaval: quieres marcar un gol con el Athletic".
Un día después de la presentación del libro autobiográfico de Sarabia, el 'orfebre de Gallarta' le mostró a Nico Serrano cómo anotar el hermoso gol de la victoria...y no morir [de felicidad] en el intento. Con la zurda. Al palo que se dio en llamar "largo". Golpeo perfecto. La clavó. Consumando, con el gol, 'La Revuelta' de Iñaki Williams y Nico Serrano.
• Por Kuitxi Pérez García, periodista y exfutbolista