Han pasado casi dos meses desde que el Athletic tuvo que viajar a Roma para disputar un partido de Europa League que quedó marcado por lo extradeportivo. Varios aficionados del club vasco la liaron lanzando bengalas al césped y eso ocasionó que la UEFA fuese dura a la hora de sancionarle.
Concretamente tuvo que pagar una multa económica de 30.000 euros además de prohibir la venta de entradas para el siguiente partido fuera de casa, algo que terminó suspendido a cambio de un periodo de prueba de dos años. Siendo un aviso y a la vez un riesgo de que en el futuro se repitiese lo mismo, el Athletic decidió recurrir a la competición para rebajar el castigo lo máximo posible poco después de que pudieran llevar afición a Bulgaria contra el Ludogorets.
Pues bien, dicha defensa no ha servido de nada ya que el Comité de Apelación de la UEFA ha decidido mantener el mismo castigo sin echar el brazo a torcer, consecuente con los actos violentos que se están produciendo en varios campos para seguir mostrando ejemplo.
Es decir, el club vasco tendría que esperar a que no se produzca ningún altercado como los que protagonizaron la grada ultra si no quieren que dejar sin apoyo al Athletic en los desplazamientos.
Con este nuevo rechazo, al conjunto de Ernesto Valverde solo le queda la bala de recurrir al TAS para intentar revocar la sanción de la UEFA. Hasta entonces, el club estará muy atento especialmente al próximo 11 de diciembre en Turquía, donde se enfrentarán ante el Fenerbahçe de José Mourinho.
Ahora mismo están en puestos de clasificación directa para los octavos de final sin haber perdido ningún partido, un gran estado de forma que no quieren manchar con lo que provoca un sector de la afición que ha puesto en riesgo el apoyo del resto.