La filosofía del Athletic como excusa: fichajes víctimas de racismo e ignorancia en las redes

Ya se sabe que las RRSS lo mismo sirven para ser útiles a modo de divulgación y 'teletipo', incluso a veces para echar una mano a alguien que pide ayuda ('haz tu magia'), que para ser un en general anónimo vertedero de burradas y excrecencias 'mononeuronales'. En el caso de algunos fichajes del Athletic Club, casualmente en su mayoría de futbolistas de otro color de piel o raza, se han convertido en un verdadero e infalible detector de racistas e ignorantes, valga la redundancia, esto último por partida doble. Y con la filosofía Athletic como excusa.

Ignorantes directamente por su racismo y reforzado por desconocer la Filosofía del conjunto de San Mamés, que fuera de Euskal Herria (y no tan lejos) muchos siguen identificando -en 2025- con la obligatoriedad de haber nacido en el País Vasco, desoyendo la parte que dice 'nacidos o formados en el fútbol vasco'. Pero no nos distraigamos con tecnicismos y vayamos al turrón...

La Filosofía del Athletic sirve como excusa para azuzar un racismo cada vez menos escondido y camuflado: Maroan Sannadi nació en Vitoria y habla euskera como cualquier otro chaval

La Filosofía del Athletic sirve tan solo como excusa...

De fondo hay un nuevo brote de racismo a nivel mundial, esta vez, por ejemplo, focalizado contra un jugador como Maroan Sannadi, un chico de Vitoria-Gasteiz que además habla euskera, como Alex Padilla, de Zarautz pero de madre mexicana.

Y de todo ello bien pueden hablar los hermanos Williams, Iñaki y Nico, o no digamos a los que encima se les culpa 'de haber nacido fuera' como Adama Boiro (nacido en Dakar) o Álvaro Djaló (Madrid) al que desde aquí, por cierto, le deseamos que su lesión bilateral de tobillo en el Benito Villamarín le permita volver lo antes posible al equipo.

La tercera pata sería el detector también de fobia hacia el Athletic, sobre todo desde distancias cortas, lo que en el fondo no es más que la confirmación de que el rojiblanco ha sido el club hegemónico de Euskadi y por ello las miradas convergen maquinalmente sobre él. Cuanto más quieren sacudirse complejos más quedan retratados en ellos.

PD: Aprovecho estas líneas para expresar mi apoyo y solidaridad con Maroan Sannadi y Óscar de Marcos, insultados en el Benito Villamarín mientras calentaban (racismo+ETA, cómo no...), y un fuerte abrazo a la compañera periodista de ETB Janire Fragua quien ejerciendo su profesión a pie de campo tuvo que aguantar frases vejatorias de algún tarugo primitivo anclado en el Siglo XVI.